Promoción Empresarial|10|10|24|
Los incendios forestales que arrasan Bolivia han desencadenado una emergencia humanitaria que afecta de manera desproporcionada a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes. El último reporte del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Santa Cruz, reveló que se quemaron más de 7 millones de hectáreas por los incendios forestales sólo en ese departamento y señaló que se trata del “mayor desastre ambiental que ha vivido Santa Cruz”. Asimismo, la fundación Terra indica que en el territorio nacional ya serían más de 10 millones de hectáreas quemadas, con 742.403 mil focos de calor en el oriente boliviano. Los incendios no solo destruyen ecosistemas, sino que también intensifican las condiciones de violencia y desigualdad que ya enfrentan las niñas en Bolivia.
Asimismo, la calidad del aire ha alcanzado niveles peligrosos, superando un índice de 400, lo que representa una seria amenaza para la salud de la población. Niñas y niños enfrentan graves riesgos de salud por la exposición al humo, la falta de agua potable y la inseguridad alimentaria.
Ante la grave crisis ambiental que afecta directamente a la población con la pérdida de medios de vida, la contaminación de fuentes de agua, la suspensión de clases y la superación de la capacidad de respuesta institucional, el Gobierno Nacional declaró, mediante el Decreto Supremo N° 5235 del 30 de septiembre de 2024, situación de desastre nacional. Esta medida busca proteger el medio ambiente, la salud y la vida de las personas, así como la biodiversidad y las actividades de la población boliviana, en respuesta a la magnitud de los incendios
El cambio climático exacerba la violencia y la vulnerabilidad de las niñas
La prolongada sequía de los últimos seis meses ha limitado la disponibilidad de agua para uso y consumo, lo que ha agravado la nueva emergencia por incendios. Este contexto puede considerarse una emergencia compleja, ya que se presentan dos eventos críticos en la misma zona y en el mismo período. Como resultado, gran parte del forraje y las plantas se han secado, volviéndose más susceptibles a los incendios. Además, las comunidades afectadas no solo carecen de acceso al agua para satisfacer sus necesidades básicas y la hidratación de su ganado, sino que también enfrentan la escasez de agua necesaria para los equipos de respuesta que luchan contra los diferentes incendios.
Si bien los incendios afectan a toda la población, las niñas sufren impactos adicionales debido a su situación de desigualdad y vulnerabilidad. Además de los riesgos que enfrentan niños y adolescentes en general, las niñas son más propensas a sufrir violencia de género y explotación en situaciones de emergencia. En comunidades rurales, la falta de agua potable obliga a muchas niñas a recorrer largas distancias en condiciones peligrosas, lo que aumenta el riesgo de violencia física y sexual, además de riesgos a la salud, incluidas la del sistema respiratorio afectado por el humo y la salud e higiene menstrual. La interrupción de las clases debido a la emergencia también las deja más expuestas a situaciones de explotación, incluida la trata.
En San Javier, Samira adolescente lideresa relata: “Aquí ya no se puede respirar ni con barbijo. Las clases han sido suspendidas, las personas con asma no pueden salir de sus casas, y el humo cubre por completo las calles”.
Además de estos riesgos, la falta de acceso a productos para la higiene menstrual, sumada a la crisis sanitaria general, complica aún más las condiciones de vida de las niñas y adolescentes, poniendo en peligro su bienestar y dignidad. “La contaminación del agua por cenizas nos afecta particularmente a las mujeres. No podemos mantener una higiene adecuada y, durante la menstruación, la situación es aún más difícil. Esto impacta gravemente nuestra salud”, explicó Juanita, joven lideresa de San Ramón.
Respuesta humanitaria y un llamado a proteger a las niñas
Frente a esta crítica situación, el Gobierno de Bolivia con la declaratoria de desastre nacional busca mitigar el impacto en la población y el medio ambiente. Plan International Bolivia ha movilizado equipos de respuesta para proporcionar asistencia humanitaria, distribuyendo kits de alimentos y apoyo directo a bomberos y familias afectadas.
"Recientemente y gracias al fondo de emergencia StartFund, Plan International y otras organizaciones ejecutoras como Save the Children y World Vision, junto al consorcio de Agencias Humanitarias en Bolivia, vamos a poder seguir llevando más ayuda a más de 4800 personas en alimento, agua segura, higiene femenina, así como protección y apoyo socioemocional a las familias afectadas", afirmó Marco Rojas, representante de Plan International en Bolivia. "Nuestro compromiso es proteger a las niñas y niños y garantizar su seguridad, especialmente en contextos de emergencia como el que estamos viviendo". Complementariamente a partir de una evaluación detallada en comunidades rurales dispersas en Ascensión de Guarayos y San Javier, se consideró clave el apoyo en la distribución de agua con carros cisterna y mejora de almacenamiento del recurso a nivel comunitario con tanques de gran volumen, además suministro de forraje a los pequeños ganaderos que perdieron pasturas, para evitar que sus animales mueran y se pierdan los pocos medios de vida que tienen.
Por un futuro más seguro para las niñas
En el marco del Día Internacional de la Niña, Plan International lanza su campaña #NiñasSeguras, un llamado a la acción por un compromiso firme para garantizar que las niñas en Bolivia y en todo el mundo estén protegidas. Su bienestar debe ser una prioridad en las políticas de respuesta a emergencias. "Tanto la comunidad internacional, autoridades locales y sociedad civil debemos seguir uniendo esfuerzos y trabajar de manera conjunta en la creación de entornos seguros para la niñez, siendo conscientes de las consecuencias añadidas que esto trae para las niñas y adolescentes”, finalizó Rojas.