Washington ejecuta acciones judiciales y operativos en el Caribe para golpear los ingresos petroleros de Venezuela.
Brújula Digital|20|12|25|
Estados Unidos incrementó la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro con una campaña que incluye despliegue militar en el Caribe, ataques letales a embarcaciones acusadas de narcotráfico y la incautación de buques petroleros, medidas orientadas a reducir los ingresos del Estado venezolano y forzar un cambio político.
El economista venezolano Francisco Rodríguez, de la Universidad de Denver, advirtió a un medio estadounidense que si Washington llegara a incautar un buque petrolero al mes, Venezuela podría entrar en una nueva recesión. “Si provocas una caída masiva de los ingresos petroleros, eso va a causar otra recesión masiva”, señaló.
La exportación de crudo venezolano se sostiene a través de una “flota en la sombra”, integrada por alrededor de mil buques antiguos que operan de forma clandestina y que también transportan petróleo sancionado de Rusia e Irán. Según TankerTrackers.com, unos 80 buques se encuentran en aguas venezolanas o cerca de la costa, y más de 30 están bajo sanciones estadounidenses.
La incautación de embarcaciones en aguas internacionales por parte de Estados Unidos es poco frecuente, aunque existen antecedentes. En 2020, durante la administración Trump, se confiscaron cuatro buques que trasladaban combustible iraní, tras una orden judicial que los vinculó con una organización terrorista designada.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó que el primer buque incautado, el Skipper, ya estaba sancionado por transportar petróleo iraní y será trasladado a un puerto estadounidense. Explicó que las fuerzas de su país ejecutaron una orden judicial y que, tras el proceso legal, Estados Unidos tomará posesión de los 1,85 millones de barriles de crudo que llevaba la embarcación, mientras los investigadores interrogan a su tripulación.
BD/ML