La documentación incluye el apthapi, el ají y el maní, los licores de Vallegrande y la pesca weenhayek.
Brújula Digital|15|12|25|
La viceministra de Gastronomía, Sumaya Prado, se reunió este lunes con un equipo que busca investigar y documentar cuatro experiencias gastronómicas representativas de Bolivia, en el marco de un proyecto internacional dependiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La coordinadora del proyecto, María Lupita Meneses; el gestor cultural, David Aruquipa, el antropólogo Gery López y, de forma virtual, la especialista de Cultura de la Oficina Regional de la Unesco en Montevideo, Alcira Sandoval dialogaron con Prado en torno al proyecto “Atlas internacional de alimentos y plataforma digital para salvaguardar, promover y transmitir las tradiciones alimentarias a las generaciones futuras”.
Según refiere un boletín de la cartera de Estado, la conversación se centró en los detalles del trabajo avanzado y de lo aún por realizar en los lugares donde se originan estas experiencias culinarias, con el fin de que puedan ser debidamente incluidas en el atlas.
Cuatro propuestas
Para empezar, se abordará la práctica alimentaria del apthapi, que es una reunión comunitaria para compartir los alimentos producidos localmente. La segunda experiencia se centra en el ají y el maní, ingredientes tradicionales de la culinaria de los valles de Chuquisaca.
También se trabajará en la catalogación de los licores artesanales de Vallegrande, en Santa Cruz, cuya elaboración se realiza a partir de frutas silvestres endémicas y cultivadas en la región. Y, finalmente, el estudio incluye la pesca tradicional del pueblo weenhayek, una nación nómada que se asentó a orillas de los ríos Pilcomayo y Bermejo, en la región del Gran Chaco cuya cosmovisión está ligada a la naturaleza.
BD/RED