El 2024, un momento clave en la transformación profunda de la manera de hacer negocios. La ambición del sector privado en sostenibilidad empresarial y el avance normativo multinivel seguirán convergiendo y desafiándonos para superar nuevos hitos.
Promoción Empresarial – Especial Responsabilidad y Sostenibilidad Social |02|11|24|
“En 2024 las empresas no solo deben responder a las crecientes expectativas sociales y normativas, sino que también se tienen que posicionar como líderes proactivos en la creación de un futuro sostenible y ético. La combinación de regulaciones más estrictas, una rendición de cuentas transparente y la colaboración activa con los sectores público y financiero marcará el camino hacia una transformación empresarial positiva y duradera.”, Cristina Sánchez, CEO del Pacto Mundial de la ONU España.
1. Hacer negocios en un entorno incierto
El entorno seguirá presentando una complejidad sin precedentes al cierre del 2024, marcado por la incertidumbre y problemáticas poliédricas tales como posibles crisis energéticas, inflación y cambios tecnológicos acelerados. En este contexto, las empresas deberán transcender la mera búsqueda de rentabilidad y adoptar prácticas éticas y con un impacto positivo en el medioambiente, la sociedad y la economía. Momento para que las empresas tomen acciones definitivas para aterrizar su modelo de futuro y convertir a la sostenibilidad en protagonista de la toma de decisiones.
Seguimos confiando en que liderar la transformación a nivel sectorial es una oportunidad de negocio. Una línea que hemos querido potenciar y dar respuesta a través de la puesta en marcha de diferentes grupos de trabajo que se articulan a través de alianzas estratégicas focalizadas en la sostenibilidad, orientándonos a sectores concretos (turismo o construcción), tipos de empresas o temáticas clave (derechos humanos).
2. Despliegue normativo en sostenibilidad
El marco normativo en sostenibilidad experimenta un importante despliegue en 2024. Desde la aprobación de leyes nacionales de representación paritaria hasta el lanzamiento previsto de la directiva de derechos humanos. Las empresas se enfrentan a nuevas obligaciones, como el reporting en materia de sostenibilidad, que comenzará a afectar a las grandes empresas, gracias a la CRSD. Los cambios normativos potenciarán la necesidad de actualizarse y adaptarse para cumplir con las nuevas regulaciones.
3. Foco en la rendición de cuentas.
La transparencia empresarial y la rendición de cuentas deberá estar al nivel de las normas, pero también de las expectativas sociales y de la comunidad inversora. 2024 es el primer año en que la CSRD afecta al grupo de empresas europeas más grandes. Asimismo, tras la aprobación en el año pasado por parte del EFRAG de los nuevos estándares ambientales y sociales, se seguirá trabajando en el ámbito de las pymes, doble materialidad o cadena de valor.
En este tablero, el Pacto Mundial de la ONU desempeñará un papel crucial debido su renovado Informe de Progreso y el apoyo que ofrece a las empresas participantes.
4. Participación positiva de las empresas en los ecosistemas públicos
El sector privado tiene un papel relevante para contribuir a alcanzar ecosistemas económicos y sociales propicios a la sostenibilidad y al desarrollo sostenible. Por esto, las empresas deberán ser proactivas en la colaboración público-privada que favorezca los avances en la materia. La adopción de medidas que faciliten el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la eliminación de obstáculos para lograr resultados sostenibles tiene que formar parte de la agenda interna, pero también externa de los agentes empresariales. El sector privado debe asumir su papel como actor clave en la construcción de mercados y economías resilientes que respalden el desarrollo sostenible e impulsen los derechos humanos.
5. Fijación de objetivos cuantificables para avanzar
Aunque el llamamiento a la acción no es nuevo, sí lo es el programa empresarial del impacto sobre la Agenda 2030: Forward Faster. Cinco líneas catalizadoras de la acción empresarial a favor del desarrollo sostenible para las temáticas donde la acción colectiva empresarial tiene un mayor potencial. áreas clave identificadas como catalizadoras de la transformación empresarial para el cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU. En concreto: igualdad de género, resiliencia hídrica, acción climática, salario digno y financiación e inversión sostenible.
6. Transformación del sistema financiero
Las cumbres señaladas del 2023 han destacado la necesidad de transformar el sistema financiero mundial. Esta transformación se vuelve esencial para abordar desafíos como la transición energética, el logro de los ODS, la adaptación climática y la lucha contra las inequidades.
7. Cadena de valor sostenible
Progresos en la sostenibilidad empresarial, gestión de riesgos ante la interrupción de suministros, madurez en algunos sectores y en medianas empresas, han favorecido el caldo de cultivo perfecto para hacer de la gestión de la cadena de valor un asunto prioritario.
@brjula.digital.bo