El actual Informe viene tras un período, durante el cual, a la pandemia y sus dramáticos efectos en el mundo de la educación superior, se suman los cambios experimentados por los sistemas nacionales.
Promoción Empresarial - Excelencia Académica 2025 |25|11|24|
Según se desprende del ranking internacional realizado por la UNESCO antes de la pandemia, Bolivia ocupaba uno de los últimos lugares de América Latina en cuanto a desempeño educativo en primaria: puesto número 13 de 16 naciones analizadas en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo - TERCE (2016). Esta grave situación se profundizó con la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de covid-19, que ha develado rápidamente la vulnerabilidad y fragilidad de la institucionalidad en la que se soportan las políticas y estrategias educativas, y ha profundizado las condiciones de precariedad e informalidad en el mercado laboral.
La suspensión de las actividades educativas presenciales significó una discontinuidad de la formación de gran cantidad de niños y jóvenes en todo el mundo.
Como toda crisis, la de la pandemia representó una oportunidad para incorporar nuevas plataformas educativas ligadas a la tecnología de la informática electrónica. Las preguntas que nos hacemos […] son: ¿en qué medida se logró superar los problemas emergentes de ese tránsito abrupto a la virtualidad? ¿Qué problemas persisten y qué beneficios pedagógicos trajo el uso más intensivo de las TIC para la educación?.
Gobernanza
En ese marco, es necesario valorizar en el conjunto de la sociedad el rol principal de la Educación Superior de formar de profesionales de calidad, con capacidad de solucionar los problemas para la sociedad y del mercado de trabajo, generando innovación e investigación que ayude a la toma de decisiones y la trasformación productiva que requiere el país.
De acuerdo al IV Informe sobre la educación superior en Iberoamérica elaborado y editado por el Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA, la universidad pública en Bolivia ha extraviado sus objetivos esenciales, al no vincularse con propuestas renovadoras y consistentes con los desafíos actuales. Es un imperativo afrontar los graves problemas de gobernabilidad o gobernanza interna y externa.
Actualmente se tiene un sistema de gobierno disfuncional, sin autoridad efectiva, que no incorpora criterios de desempeño para la asignación presupuestaria ni mecanismos efectivos de evaluación y acreditación. Se han desvirtuado los principios de la autonomía y cogobierno y más bien se evidencia el ejercicio de toma del poder basado en el prebendalismo e intereses corporativos, sin políticas desde el Estado y sin energía interna para la reforma y transformación.
Sin embargo, debe reconocerse y ponderar que tanto el Sistema de la Universidad Boliviana (SUB) como el sistema de Educación Superior (ES) privado cuentan con algunas islas de excelencia, que están determinando se conviertan en mejores opciones de formación, más serias y mejor enfocadas.
En síntesis, se observa un problema de eficiencia que resulta de la comparación de indicadores de Bolivia con otros países, donde un menor porcentaje del PIB destinado a ES conlleva una mayor tasa de egresos y titulación. Más aún, si escarbamos en la eficiencia del gasto en ES con resultados en términos de investigación, publicaciones, patentes y ese tipo de resultados, la calificación del sistema boliviano cae aún más abajo.
Evaluación según el Informe 2024-Educación Superior en Iberoamérica
La masificación, sin un enfoque de calidad, ha colapsado a las universidades públicas de Bolivia. Se han abierto al acceso de la educación masiva y han diversificado su oferta, sin preocupaciones por la calidad y por la adecuación de esas ofertas a las necesidades del país, la sociedad y la economía.
La inclusión masiva en programas de ES de baja calidad, y sin orientación clara a las necesidades y las oportunidades que ofrece el mercado y la sociedad, no redundan en una situación de movilidad social. Más bien ha contribuido a incrementar la frustración de jóvenes que a disminuir las desigualdades.
Finalmente, queda el desafío de profundizar el análisis y reflexión sobre la formación técnica y su aporte como una opción de profesionalización de jóvenes. Actualmente, el aporte a este nivel educativo es proporcionalmente mucho menor que la subvención a las universidades y tiene un mayor potencial para responder a los requerimientos del mercado laboral y las necesidades productivas del país.