Las danzas bolivianas inscritas como PCI gozan de protección internacional, pero la falta de acción de algunas instituciones bolivianas —especialmente la ACFO— debilita la defensa frente a casos de apropiación cultural en el Perú.
Brújula Digital|11|12|25|
Juan José Toro Montoya
Desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) instauró la categoría del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), en 2003, Perú ha logrado inscribir 12 manifestaciones en esa lista mientras que Bolivia ya tiene ocho. Estas cifras solo toman en cuenta las postulaciones individuales, por país, puesto que hay algunas que son de carácter compartido; es decir, corresponden a más de un Estado.
Con la polémica reavivada por la apropiación de elementos culturales bolivianos por parte del Perú, se procedió a revisar las listas de la Unesco y ahí se encontró que el vecino país logró registrar hasta cinco danzas, pero ninguna de estas forma parte de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, postulada e inscrita por Puno.
Las danzas inscritas por Perú en el PCI son La huaconada, danza ritual de Mito, y La danza de las tijeras, ambas inscritas en 2010; La danza del wititi del valle del Colca, en 2015, y El “Hatajo de Negritos” y “Las Pallitas”, danzas del sur de la costa central del Perú, registradas en 2019. Estas inscripciones fueron individuales; es decir, de las danzas como tales.
El PCI comenzó a desarrollarse en 2003, en la 32 reunión que la Unesco desarrolló en París, y que aprobó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, pero la lista comenzó a elaborarse recién en 2008, en la segunda sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del PCI realizada en Estambul, Turquía. Allí se decidió inscribir un total de 69 patrimonios en la lista representativa de Obras Maestras del Patrimonio Intangible de la Humanidad. Fue cuando se aprobó incorporar al Carnaval de Oruro y la cosmovisión andina de los callahuayas, ambos de Bolivia.
Al tratarse de la primera inscripción, las normas estaban comenzando a aplicarse y no existía práctica consuetudinaria. Por ello, el Carnaval de Oruro no registró a sus danzas, como parte del PCI, sino solo su calendario de actividades, que es el que figura en anexos. Algo parecido pasó en 2012, cuando se registró la Ichapekene Piesta de San Ignacio de Moxos. Pero en 2017, los impulsores de la inscripción de la festividad del Señor Jesús del Gran Poder, de La Paz, hicieron tan bien su trabajo que inscribieron varios elementos como la música, el registro de la música, costumbres y, lo más importante para los fines de este artículo, un total de 69 fraternidades, lo que significó registrar, al mismo tiempo, las danzas que ejecutan. La decisión del Comité Intergubernamental No. 14.COM 10.B.5 dice, en su punto R.4, que “La organización de los grupos y organizaciones implicados facilitó el proceso de nominación y garantizó una amplia participación de representantes de las sesenta y nueve fraternidades que organizan la práctica”. Entre las danzas de esas fraternidades figuran Waca Wacas, Mallkus, Waca Thokhoris, Negritos, Cullaguada, Morenada, Caporales, Diablada, Reyes Morenos, Llamerada, Tinkus, Aranzayas, Inti Waras, Antawaras, Tobas, Eucaliptus, Tobas, Phujllay, Wist’us y Morenos Achachis, así que todas estas fueron inscritas como patrimonio boliviano.
Hace dos años, en 2023, se inscribió a la Festividad de Ch’utillos que, repitiendo la experiencia del Gran Poder, presentó fichas no solo de PCI, sino también de Patrimonio Cultural Arqueológico (PCA), y registró hasta 36 elementos en la lista representativa, incluyendo a la Asociación de Artesanos del Bordado y los siguientes elementos de gastronomía: q’alapurka, ají de achacana con torta de quinua, chaq’chu, helado, tocinillos, thaya, salteña, sopaipilla y tawatawas. Entre los 36 elementos registrados figuran bailarines, portadores, actores y personajes; además de los desfiles folklórico y autóctono. Estos últimos incluyen a las más de 100 fraternidades que forman parte de la Asociación de Fraternidades Folklóricas y Autóctonas de Potosí y que interpretan las siguientes danzas que aparecen en las fichas de registro del PCI: llamerada, carnaval chicheño, jalq’as, chacarera, carnaval chicheño, wititis, calcheños, tinkuy, tupiceños, mineritos, llamerada, chapacos, potosimanta, phutucun, tinkus, tarqueada, suris, salay, diablada, saya afroboliviana, tobas, caporales, waca wacas, phujllay, negritos, moseñada, pastorcitos, yureñas y moseñada.
A esas danzas, que forman parte de festividades, que son patrimonios culturales de participación masiva, hay que sumar el phujllay y el ayarichi, música y danzas de la cultura yampara que se extiende mayoritariamente por el departamento de Chuquisaca.
Al haber sido inscritas en la lista representativa del PCI, todas esas danzas ya gozan de protección internacional y ese es el argumento que deberían usar tanto las autoridades nacionales como las subnacionales, los comités de salvaguardia de los patrimonios registrados y las asociaciones de fraternidades. No obstante, los gestores culturales y defensores del patrimonio han denunciado que la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) ha soslayado cualquier acción de defensa de las danzas bolivianas frente a la apropiación peruana. La explicación sería que hay bandas y fraternidades de Oruro que obtienen beneficios económicos al viajar a Perú a participar en festividades, especialmente de la Virgen de la Candelaria, en Puno.
El caso de Puno
En 2014, Puno postuló a su festividad para ser inscrita en la lista representativa del PCI. Pese a los años transcurridos desde que se aprobó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, y a la existencia de una normativa que ya era estricta, ese patrimonio fue inscrito en la lista, aunque no llenó formularios ni presentó más documentación que una Resolución Directoral Nacional del Instituto de Cultura Nacional del Perú, declarando patrimonio nacional a esa festividad.
Esta permisividad motivó a que se criticara de parcialización al Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del PCI, mientras que, en Oruro, y frente al silencio de la ACFO, el Comité Departamental de Etnografía y Folklore, presidido por el investigador Maurice Cazorla, inició gestiones tanto a nivel nacional, como ante la Unesco, advirtiendo que Puno estaba incluyendo danzas bolivianas, como la diablada y morenada, en su documento de postulación a la lista representativa del PCI.
Las gestiones tuvieron eco puesto que, en un caso único hasta el presente, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del PCI decidió inscribir la Festividad de la Virgen de la Candelaria, de Puno, pero haciendo una aclaración importante: “que la música, las danzas y las artesanías no son el tema principal de la nominación”; es decir, reduciendo el reconocimiento y la protección a la parte litúrgica de la festividad, pero no a la de la fiesta.
Esto es lo que dice la decisión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del PCI:
“Inscribe la Fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad;
“Se señala que la música, las danzas y las artesanías no son el tema principal de la nominación, como indica el expediente, y que las expresiones culturales asociadas a la Fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno son compartidas por las comunidades andinas de la región;
Por tanto, Puno solo logró inscribir a la parte litúrgica de su festividad, aunque ahora presente a las danzas cuestionadas por el Comité Departamental de Etnografía y Folklore de Oruro como si fueran suyas, lo que ha motivado la confrontación con Bolivia que no hace sino crecer cada día que pasa.
Juan José Toro es fundador de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).
RECUADRO 1:
DANZAS INSCRITAS EN LA LISTA REPRESENTATIVA DEL PCI:
GRAN PODER | CH’UTILLOS |
Waca Wacas, Mallkus, Waca Thokhoris, Negritos, Cullaguada, Morenada, Caporales, Diablada, Reyes Morenos, Llamerada, Tinkus, Aranzayas, Inti Waras, Antawaras, Tobas, Eucaliptus, Phujllay, Wist’us y Morenos Achachis (19) | Llamerada, Carnaval Chicheño, Jalq’as, Chacarera, Carnaval Chicheño, Wititis, Calcheños, Tinkuy, Tupiceños, Mineritos, Llamerada, Chapacos, Potosimanta, Phutucun, Tinkus, Tarqueada, Suris, Salay, Diablada, Saya Afroboliviana, Tobas, Caporales, Waca Wacas, Phujllay, Negritos, Moseñada, Pastorcitos, Yureñas y Moseñada (29) |
PATRIMONIOS DE BOLIVIA INSCRITOS EN LA LISTA DEL PCI DE LA UNESCO:
PATRIMONIO | AÑO DE INSCRIPCIÓN | DECISIÓN |
La cosmovisión andina de los kallawayas | 2008 | 3.COM 1 |
El Carnaval de Oruro | 2008 | 1 3.COM |
Ichapekene Piesta, la fiesta mayor de San Ignacio de Moxos | 2012 | 7.COM 11.7 |
El Pujllay y el Ayarichi: músicas y danzas de la cultura yampara | 2014 | 9.COM 10.6 |
Recorridos rituales en la ciudad de La Paz durante la Alasita | 2017 | 12.COM 11.B.5 |
Festividad del Señor Jesús del Gran Poder en la ciudad de La Paz el día de la Santísima Trinidad | 2019 | 14.COM 10.B.5 |
La Fiesta Grande de Tarija | 2021 | 16.COM 8.B.5 |
Festividad de Ch’utillos | 2023 | 18.COM 8.B.24 |