Lectura sin comprensión

Entender lo que se lee no es un proceso sencillo, requiere que el lector sea capaz de reconocer el significado de las palabras y comprender el mensaje global del texto. La habilidad para interpretar tanto las palabras individuales de un texto como su significado en su conjunto es un talento que se extingue en nuestros jóvenes.

Hace unos años, bromeaba sobre la posibilidad de que hablara en marciano, en vista que muchas veces algunas personas se me quedan mirando perplejas luego de escucharme. Como que no entendían las instrucciones o algo no quedó claro y tuvieran miedo a pedir una aclaración.

Estos episodios si los consideré factibles cuando me comunicaba en inglés o alemán, idiomas que no hablo como nativa. Pero ahora que me toca lidiar más con jóvenes por distintas razones, me convenzo que el problema no radica en que mi mensaje esté equivocado o confuso. Cada vez, el lenguaje nativo es menos comprendido ya sea hablado y peor escrito.

Como parte de varios voluntariados, enviamos distintos formularios o instrucciones. En más de una ocasión nos han preguntado 2 o más veces el significado de una oración que estaba redactada de forma clara y correcta. Ya no hablemos de las faltas ortográficas en las respuestas. ¡Es un carnaval!

Hace unos días ayudé a tomar una evaluación en donde la escala iba de nunca a siempre, donde el término intermedio era “a veces”. ¿Qué significa  a veces? Fue la pregunta que me dejó perpleja. Lo explique utilizando un ejemplo de ducharse. Una persona que se ducha a veces es aquella que espera 2 o 3 días para hacerlo. La persona que me preguntó logró entender este término medio.

Durante las últimas semanas, los maestros continúan la protesta demandando que las últimas reformas a la currícula escolar no se apliquen, aunque los alumnos ya llevan los funestos textos en sus clases. Ahora sabemos que las tapas son un plagio, pero además los que pudieron leer estos textos, quizás hallaron lo mismo que yo. Un lenguaje tedioso, información mezclada con ideología y explicaciones demasiado confusas.

Hay mucho en definitiva que está afectando la comprensión de nuestros jóvenes desde hace más de 15 años. Malos textos, enseñanza deficiente, falta de incentivo a cultivar el hábito por la lectura y a eso se suma la epidemia de tik-tokeros que encogen el cerebro al acostumbrarlo a una atención corta y un sobre estímulo audiovisual que termina dañando los canales de comprensión para información escrita, oral o contenidos de más de 3 minutos.

No deja de ser una vergüenza que el promedio de lectura en el país no pase de 2 libros al año. Y estoy casi segura, que los pocos que leen más de 15 libros al año, compensan por el grueso que ni leer puede. Pero esta realidad es totalmente ignorada por las autoridades, que siguen armando políticas desconectadas a la real necesidad.

El país tiene un alto índice de personas que leen sin comprender. A nivel escolar, esta falencia en poder comprender lo leído, puede conducir a que el fracaso escolar aumente cada vez más. El tener una comprensión lectora desarrollada facilita el desempeño académico, profesional y laboral. Comprender lo que se lee tiene un gran impacto en el desarrollo cognitivo de una sociedad. Pero parece que la consigna es, mantener o someter a la ignorancia a más ciudadanos, de manera que sea más fácil manipularlos y mantenerlos en un constante fracaso.

Cecilia González Paredes M.Sc. 

Especialista en Agrobiotecnología