Un término muy utilizado por los
opositores del uso de biotecnología en la producción de alimentos, es el de
“contaminación genética”, buscando confundir al público y generar temor. En
genética no existe la “contaminación” y con gusto vuelvo a explicar porque este
término es una falacia.
El pasado 20 de julio se conmemoró los 200 años del nacimiento de Gregor Mendel, el padre de la genética. Antes de ser ordenado sacerdote o abad, en sus años de novicio realizó los experimentos con arvejas que nos dejaron las 3 leyes de la genética clásica. En aquel entonces, su trabajo no fue tomado con seriedad y pasaron varios años hasta que se comprendiera la relevancia de sus observaciones.
Mendel describió la transferencia vertical de genes. El cabello lacio o crespo que usted tiene, el que pueda enrollar la lengua o no, son caracteres que fueron heredados de sus padres. Estos principios también se utilizaron mucho durante el siglo 19 para realizar cruzas con plantas de cultivo y obtener plantas con mejores frutos, rendimientos y más.
Al día de hoy, los fitomejoradores en el mundo, han utilizado estas leyes para calcular el porcentaje de éxito de seleccionar parentales óptimos para generar nuevas variedades de cultivo. Adicionalmente, muchos hoy emplean las herramientas de la biotecnología para identificar características genéticas con mayor prontitud.
Ya para 1996, un equipo internacional inició la secuenciación de Arabidopsis thalia, una planta que es muy utilizada en investigación. En los últimos 20 años se han publicado las secuencias de más de 1000 genomas de plantas, que representan 788 especies diferentes con un alto nivel de diversidad. A la par también se secuenciaron los genes de distintos microorganismos que están relacionados a la actividad agrícola, tratando de entender la interacción que tienen estos con las plantas y cómo pueden ayudar o afectar el desarrollo de las mismas.
Todo este avance en genética, nos permite hoy entender que además de la transferencia vertical, también existe una transferencia horizontal de genes. Esta transferencia no requiere que sea la misma especie y en varios casos, los genes tienen un flujo entre distintos órdenes.
Usted, por ejemplo, tiene secuencias de genes de distintas bacterias. Esto sucede ya que en el tracto digestivo viven distintas comunidades de bacterias con las que tenemos, por lo general, una buena relación. Por distintos eventos, llegamos a hacer esta transferencia horizontal de genes con estos microorganismos. ¿Estamos contaminados genéticamente? No. Hay plantas que han transferido genes a insectos, bacterias que han transferido genes a plantas y es así como muchos transgénicos naturales como el plátano, el té, los arándanos y otros han surgido.
Recordar una vez más, que absolutamente NADA de lo que se come es “natural”. Es decir, usted no va a poder encontrar nunca un tomate rojo y sabroso en medio del monte. Todo lo que nos comemos ha sido domesticado, genéticamente modificado para ser más sabroso, nutritivo, y con más frutos o espigas por planta.
Para que pudiera haber una supuesta transferencia horizontal de genes entre maíces nativos y uno genéticamente modificado, primero tiene que haber cercanía. Esto no sucede en toda Bolivia como lo señala el investigador Marín Condori. Adicionalmente, algo que aprendí de fitomejoradores mexicanos, es que cuando hay rasgos que no les agrada en el maíz que cultivan, los van segregando y finalmente obtienen una variedad que es de su agrado. Por esto es que en otros países, los fitomejoradores son considerados un tipo de patrimonio, al ser los encargados de generar variedades nuevas para el cultivo.
Los constantes cambios de temperatura y precipitación, la presión de las plagas y la demanda por alimentos, no deja ya margen para seguir con bulos del siglo pasado. Hoy tenemos más conocimiento y es tarea de todos apoyar el desarrollo científico en Bolivia, para generar tecnología adaptada a nuestras necesidades. Esto o seguir dependiendo de importación de alimentos y contrabando.
Cecilia González Paredes M.Sc.
Especialista en Agrobiotecnología