Golpear la oscuridad

Tras el cobarde ataque del 7 de octubre por parte de Hamas contra Israel me quedé aturdido durante días; en ese estado no se puede crear, por ende, no se puede forzar la palabra. Tras mi experiencia como corresponsal de guerra en Ucrania me era indispensable cierta distancia para reflexionar.

El brutal ataque de Hamas a Israel provocó una iracunda respuesta, si bien Israel es para los cristianos tierra sagrada, el primer ministro Benjamín Netanyahu se encargó de ensangrentarla con millares de niños palestinos asesinados. En octubre pasado un 94% de encuestados por el Centro de Diálogo en Israel responsabilizaban directamente al gobernante israelí, tanto por no haber tomado los recaudos necesarios, así como por su intempestiva reacción. Hasta la guerra tiene sus reglas, mas Netanyahu eligió la venganza.

Más allá de la tragedia en dicho territorio en estas últimas semanas han surgido situaciones relevantes en diversos puntos del mapa que muestran una rendija para el cambio: la postulación de Trump pende de un hilo, siendo la Corte Suprema de su país la que decida por la cordura o la turba. En Argentina se ha consolidado el giro más intenso, tan urgido por un país que arde en inflación y cuya mayoría se hastió de la mentira de su izquierda. Milei tiene a su cargo una tarea mastodóntica por delante: convencer que es mejor enseñar a pescar que dar el pescado, y que la defensa irrestricta de la libertad a la larga es positiva para todos. Al final de su mandato se verán los resultados.

En Bolivia, la buena nueva llega de la mano del TCP, que marcó el inicio del final de una era con la salida definitiva de Evo Morales del tablero electoral. Al parecer el gran testimonio de los 18 años del MAS será el daño que generó a la sociedad boliviana y al mundo la protección de la producción de la coca excedentaria, materia prima de la cocaína. La justicia tarda, pero llega y así como es imperfecta mientras proviene del hombre, igualmente sucede con la democracia, con todas sus imperfecciones, sigue siendo un sendero válido.

Lo que aflige son los seguidores del cocalero, muchos renegados y resentidos, que de todas maneras responden al partido del presidente Arce. hay registro de videos y fotografías del asedio durante estos años, quema de casas, y ataques, siempre cobardes, a colegas periodistas. Este fenómeno se lo vive tanto en Bolivia, como en Rusia, en Irán como en Ecuador. Por ello la urgencia de contar con medios de comunicación trasparentes, con capacidad de investigación. Era el caso de Página Siete, o Presencia, entre otros matutinos que se debían al cumplimiento de un periodismo ético y responsable. Urge frenar el aceleramiento mediático y de las redes sociales, que genera morbo y confunde a la sociedad.

¿Cómo golpear la oscuridad ante tanta barbarie? Martin Luther King lo decía con claridad meridiana: La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, solo la luz puede hacerlo, por ello la venganza de Netanyahu a nombre de Israel, la masacre de Maduro en Venezuela, la demencia de Putin, y tantos otros, deben ser enfrentadas por la racionalidad y la verdad. Mas quienes se llaman humanos eligen seguir descubriendo nuevos planetas antes que mirarse a los ojos y dialogar. He ahí el dilema y el eterno paradigma; queremos recibir perdón, pero no sabemos perdonar, queremos redención pero el resentimiento bloquea toda posibilidad.

En ese carrusel de eventos, cada vez más vertiginosos, Bolivia tiene el chance de lograr un giro en 2025, los lugartenientes venezolanos, argentinos, mexicanos, o cubanos, que tramaban bajo la dirigencia del cocalero Morales, hoy trabajan a medias. Ahora hay suficientes ciudadanos para ganar esta batalla en las elecciones, ojalá sin barbarie de por medio. Queda dar con el líder que tenga la talla, nada de lo viejo sirve.

En el presente panorama el impacto mediático es rocambolesco, no ha dejado de alimentar la orgía de violencia, por eso toca frenar para recapacitar. El mal puede ser vencido, existen las buenas nuevas, los brotes de justicia, como estaba escrito desde hace siglos en Juan 1:5 “Esta luz resplandece en las tinieblas y las tinieblas no han podido extinguirla”.