La descabellada idea de comparar papas con cebollas para tratar de dar
énfasis a la ideología de oponerse al uso de cultivos genéticamente modificados
(OGM), motivó que pase a aclarar algunos datos antes de que sigan con tanta
falacia.
Al pedido de productores agropecuarios al Gobierno, para dar paso a un proceso claro y basado en ciencia que permita el uso de semillas OGM en Bolivia, la activista de la “Plataforma Bolivia libre de transgénicos”, tuvo la pericia de traer a la mesa una comparación falente, indicando que Rusia y Ucrania producen más granos a nivel mundial y sin usar OGM. ¿Esto es verdad o son datos sacados de la manga? Veamos algunos parámetros.
Superficie productiva. Cada país tiene una superficie productiva diferente por distintas variables. En el caso de Ucrania estamos hablando de que la tierra arable es el 56,8% de su superficie. Argentina, llega al 14,3% y Brasil llega al 6,7%. Bolivia llega apenas al 4,1%. Todos estos datos son del 2018 y están disponibles en la página del Banco Mundial. Para ser como aquel país, deberíamos no solo quintuplicar la superficie productiva. ¿Se va entendiendo?
Temperatura. Comparando países en diferentes hemisferios y encima de distintas latitudes, nos conduce a un promedio anual de temperatura como sigue: Argentina 14,8 °C, Bolivia 21,55 °C, Brasil 24,9 °C, Rusia -5,3 °C y Ucrania 8,3 °C. La temperatura es crucial para ciertos cultivos como el trigo, cuyo ambiente más favorable no es el calor que hace en Santa Cruz o Brasil. Es como pedir que los mangos sean altamente productivos en la taiga rusa.
Precipitación. Para este parámetro tenemos un promedio anual como sigue: Argentina con 100 y 250mm, Bolivia con 669 mm, Brasil con 1500 hasta 2000, Rusia con 381 hasta 762 y Ucrania con 800 1200mm. Acá hay que tomar en cuenta un detalle. Puede que en Brasil llueva más que en Rusia, pero por la temperatura, el índice de evapotranspiración es mayor.
Productividad. Argentina, Brasil y Bolivia tienen producción con agua de lluvia y con los siguientes rendimiento para los siguientes cultivos: maíz: 11,6 t/ha/ 10,8 t/ha / 3 t/ha; trigo: 5,2 t/ha / 2,89 t/ha / 15,220 hg/ha; y soya: 3,9 t/ha / 5,4 t/ha / 2,4 t/ha. Claramente, nuestros vecinos producen más que nosotros.
Ucrania y Rusia llegan con agua de lluvia a producir maíz: 8,2 t/ha / 5,98 t/ha; trigo: 8,2 t/ha / 2,93 t/ha; y soya: 2,9 t/ha /1,55 t/ha. Si observa, en maíz, arroz y soya no son tan superiores. En lo único que Ucrania gana indiscutiblemente es en el trigo sin riego. Datos de acá y aquí.
Producir alimentos va más allá de ir comparando a la ligera los titulares de diarios. Ucrania antes del conflicto, no tenía trabas para la exportación, por ende, más agricultores son motivados a producir. En todo caso, fuera de España y Portugal, ¿cómo explican los activistas que tampoco los países de la UE produzcan trigo/maíz como lo hace Ucrania? Allá impera la moda "orgánico" y ya vamos viendo el impacto de restringir el uso de fertilizantes nitrógeno (caso Holanda y Sri Lanka).
La producción agrícola depende de muchos factores y acá solo mencioné unos pocos. Evidente, muchos productores en nuestro país no aplican las buenas prácticas agrícolas o piensan que las semillas OGM son la panacea y como magia les resolverán todos los problemas. Pero de ahí a negar a un sector el uso de distintas herramientas para mejorar la producción, es como dispararse en el pie. Los mismos activistas cambian de computadora o celular, pero al parecer, el productor debe quedarse con lo más obsoleto. Basta de comparaciones superfluas. Ya urge una propuesta seria y clara de cómo hacer frente a los distintos obstáculos que enfrentan los productores agrícolas y revisar los datos antes de comparar a ciegas.
Cecilia González Paredes M.Sc.
Especialista en Agrobiotecnología