El médico Oscar Quispe, quien atiende en el centro de salud de la localidad, comenta que los registros muestran un incremento de más del 30% en los casos de enfermedades diarreicas agudas desde 2017, cuando él ingresó a trabajar al lugar.
Brújula Digital|31|10|25|
Danielle Kierig
Esta es una nota de apoyo del reportaje Comunarios de Cohana usan la totora para salvar al lago Titicaca
La contaminación en Cohana afecta seriamente la salud de los pobladores. El médico Oscar Quispe, quien atiende en el centro de salud de la localidad, comenta que los registros del Software de Atención Primaria en Salud muestran un incremento de más del 30% en los casos de enfermedades diarreicas agudas desde 2017, cuando él ingresó a trabajar al lugar. Los niños y las personas de la tercera edad son los más afectados.
“Los casos de gastroenteritis aguda han aumentado notablemente, lo que nos indica que la mala calidad del agua está teniendo un efecto directo en la salud de nuestra población”, afirma Quispe.
El médico Oscar Quispe.
La contaminación también afecta a los animales. El ganado es el primero que enferma debido a que está acostumbrado a beber el agua de la bahía, explica el subalcalde de Cohana, Wilfredo Quenta.
“A veces hasta el ganado se pone mal, no conocemos qué tipo de enfermedades ya tienen (...) por la contaminación toda clase de enfermedad se levanta”, señala el subalcalde Wilfredo Quenta. Según el portal especializado TotalPec, el ganado que consume agua contaminada puede sufrir diarreas, intoxicaciones, reducción en la fertilidad y disminución en la producción de leche, lo que no solo afecta la salud del animal, sino también perjudica directamente la economía de las familias ganaderas.
Una vaca toma agua contaminada en Cohana. Foto: DK
Perjuicio económico
El ganado enfermo acarrea otro perjuicio para los pobladores que viven principalmente de la lechería y la producción de queso.
“La gente piensa que nuestro queso está contaminado, nuestra leche está contaminada, no podemos vendernos fácilmente”, lamenta el subalcalde Wilfredo Quenta. La desconfianza en los productos locales afecta directamente las ventas en los mercados, y esto se agrava porque tanto el agua como el forraje que consumen los animales están contaminados.
Para evitar que el ganado consuma esa agua, muchos comunarios perforan pozos de forma manual, pero no todos resultan útiles: algunos se secan rápidamente o no llegan a fuentes seguras.
Además de las pérdidas por animales enfermos o muertos, las familias enfrentan gastos adicionales en medicamentos veterinarios y alimentación suplementaria para intentar mantener la producción. Sin apoyo externo ni acceso a infraestructura adecuada, la ganadería de Cohana se ve cada vez más amenazada por una contaminación que no solo daña al ambiente, sino también al sustento de la comunidad.
Alomés Sillero, comunaria de Cohana, cuenta cómo los animales se enferman.
Esta nota de apoyo forma parte de un reportaje elaborado como trabajo de titulación en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana San Pablo regional La Paz
Las otras notas de apoyo son:
Cuenta regresiva para el lago Titicaca
El recojo y quema de la basura también contaminan en Cohana
La educación, una aliada para luchar contra la contaminación del lago Titicaca
La planta de Puchukollo no abastece y el agua no recibe el tratamiento óptimo
El éxodo forzado de los comunarios de Cohana a El Alto
BD/DK/JA