El Ministro de Defensa conoció el movimiento militar "no normal" 6 horas antes del golpe fallido

Brújula Digital|27|06|24|

Luego de dar a conocer que se retomó el control pleno de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, reveló anoche que tuvo conocimiento de un movimiento militar “no normal” seis horas antes del golpe de Estado fallido, al mando del general Juan José Zúñiga, entonces comandante del Ejército.

“Personal de confianza que tengo, como Ministro de Defensa, aproximadamente a las 9 de la mañana, me llama con urgencia y me informa que personal militar se movilizaba de Challapata y este personal era puro instructores, especialistas, y venían armados en seis camionetas y que este movimiento no era normal. Inmediatamente me comuniqué primero con el comandante de Ejército (Zúñiga) y le pedí explicaciones sobre este movimiento, él me manifestó lo siguiente ‘¿voy a averiguar y le devuelvo la llamada’”, relató Novillo.

El Ministro de Defensa hizo esa revelación en una conferencia de prensa que ofreció junto a los nuevos comandantes y autoridades del Ejército, Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y de la Armada, pasadas las 21:00.

Novillo relató los hechos ocurridos desde el martes 25 de junio, luego de que Zúñiga, un día antes, dijo en una entrevista que no descartaba detener al expresidente Evo Morales si es que este buscaba ser candidato presidencial para los próximos comicios generales, debido a que la Constitución Política del Estado lo prohibía. Esta declaración fue criticada principalmente en el sector evista del MAS.

Ante esas declaraciones, dijo Novillo, el martes por la mañana se hizo un análisis de esa situación en el Ejecutivo y, al finalizar la evaluación, se decidió alejar a Zúñiga del cargo porque el Gobierno no “compartía” sus declaraciones, en las que incluso calificó a Morales de “mitómano” y “traidor”.

En ese sentido, Novillo dijo que se optó por hacerle conocer personalmente esa decisión al general, por su rango militar y por ser el Comandante del Ejército. Zúñiga, dijo Novillo, acudió a la Casa Grande del Pueblo vestido de civil.

“(Zúñiga) reconoció que cometió algunos excesos y nos manifestó que él se ponía a disposición de lo que decía el Capitán General (el Presidente) y nos despedidos de la forma más amistosa, incluso abrazos fraternales, y dijo que ‘iba a estar al lado del Presidente y del Gobierno’”, informó el ministro.

Novillo agregó que el miércoles por la mañana ya se evaluaban nombres para hacer cambios en el Alto Mando Militar y fue cuando conoció, a través de su personal de confianza, ese movimiento castrense “no normal”.

Agregó que luego de enterarse de la situación siguió realizando indagaciones y llamó al entonces comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, vicealmirante Gonzalo Víctor Vigabriel, quien le indicó que no tenía conocimiento de los movimientos militares en Challapata.

Añadió que le informaron que “extrañamente había una instrucción de acuartelamiento”, en la Séptima, Octava y Novena División del Ejército.

El ministro dijo que le informó de la situación al presidente, Luis Arce, quien estaba en un acto de aniversario de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Acotó que el Jefe del Estado, posteriormente, le dijo que Zúñiga no le respondía las llamadas telefónicas.

Tomando en cuenta esa situación, Novillo indicó que se tomó la decisión de acelerar el cambio del Alto Mando Militar y que, cuando estaba en ese trámite, conoció a través de medios de comunicación el movimiento de tropas y el ingreso de carros blindados a la plaza Murillo, al mando de Zúñiga, al promediar las 15:00.

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