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11/08/2020
Encuentro Sagaz

Los pueblos indígenas y la lucha por la supervivencia

Lorena Choque Flores
Lorena Choque Flores

Las múltiples crisis por las que se encuentra atravesando Bolivia han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de algunos grupos sociales. La crisis política, económica, educativa y sanitaria no solo están quebrantando nuestros lazos como bolivianos/as sino que están causando una división interna. Frente a esta fragmentación política y social se debe sumar los efectos de la pandemia de Covid-19 y de los incendios forestales. En las últimas semanas hemos sido testigos de la propagación de incendios en distintas áreas protegidas del país. Esta situación ha atentado contra la vida de las comunidades indígenas, asentadas en distintas áreas protegidas, por la contaminación del agua, la perdida de cultivos, territorio y biodiversidad.

A pesar que desde 1994 cada 9 de agosto Naciones Unidas celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas como una forma de sensibilizar y poner en palestra pública los retos y obstáculos que enfrentan día a día los pueblos indígenas. A la fecha, hay un gran olvido por parte de varias naciones que cuentan con poblaciones indígenas en su territorio. Estos grupos se han visto mermados por la pobreza extrema, la economía informal, la falta de acceso a atención sanitaria y la perdida de sus territorios. A este panorama se suma los efectos de la pandemia de Covid-19, que han puesto en riesgo la supervivencia de estos y en especial de los pueblos en aislamiento voluntario.

En Bolivia, según datos de FOBOMADE existen alrededor de 10 pueblos en aislamiento voluntario, de los cuales, cinco son pueblos que no han sido contactados y cinco son pueblos que han tenido un contacto esporádico. Dentro del grupo de los pueblos no contactados tenemos a algunos miembros de los toromonas, ayoreos, yuqui, pacahuara y ese ejja. Dentro de los pueblos con los que se ha mantenido un contacto esporádico se encuentran los chacobo, araona, yuracaré, mosetene y tsimané. Estos pueblos se caracterizan porque rehúyen a tener contacto con otras personas que no se encuentren en su grupo como una forma de supervivencia.

Frente a los estragos de la pandemia y de los incendios forestales estas poblaciones son las que cuentan con un alto riesgo de desparecer. A la fecha, se tiene informes de los muertos por COVID-19 a nivel de municipios y departamentos, sin embargo, no se cuenta con datos sobre los infectados/as pertenecientes a pueblos indígenas, así como se desconoce la situación que están enfrentando los pueblos no contactados. Los que se encuentran amenazados por la presencia de casos de COVID-19 en inmediaciones de sus territorios. La mayoría de los pueblos mencionados habitan en alrededores de diferentes parques nacionales y reservas como el Madidi, Pilón Layas y Kaa Iya, así como en las regiones del chaco y la amazonia.

Desde el año 2019 los incendios forestales han causado un grave daño sobre las comunidades de los pueblos indígenas en Brasil y Bolivia. El año 2019, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica señalaba que los incendios habían puesto en riesgo inminente de extinción a “506 pueblos indígenas asentados en la cuenca amazónica” así como se habría puesto en peligro de desaparición a miembros del pueblo awá, aislados de manera voluntaria en la amazonia brasileña. Ahora el reto es mayor ya que la crisis sanitaria ha develado la desprotección de estos grupos por parte del Estado, a pesar, de contar con instrumentos jurídicos nacionales e internacionales para su protección.

En Bolivia desde el año 2009 la Constitución Política del Estado pone un gran énfasis en la protección de los pueblos indígenas. Asimismo, la Ley 1257 ratificó el Convenio 167 de la OIT. También, la Ley 3760 ratificó la Declaración de la Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas y desde el año 2013 se adoptó la Ley 450 que establece la protección a naciones y pueblos indígenas originarios en situación de alta vulnerabilidad.

Todos estos instrumentos no han establecido una protección real de los pueblos indígenas, por ejemplo, la Ley 450, ha sido vulnerada el año 2016 cuando se han dado exploraciones petroleras por parte de YPFB en territorios que se afirmaban pertenecían al pueblo toromona, que se encuentran en aislamiento voluntario. De la misma manera, frente a los incendios de este año, las comunidades que viven dentro de las áreas protegidas afectadas han denunciada la exclusión de estas en las nuevas directrices que la dirección del SERNAP ha previsto. En este sentido, es necesario integrar a los pueblos indígenas de manera efectiva en todas las medidas que se están tomando para enfrentar los retos de la pandemia de Covid-19 y así evitar que estos pueblos desaparezcan.

Lorena Choque Flores es politóloga, candidata a magister en Diplomacia y Relaciones Internacionales. Twitter: @LorenaWendyCh



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