Los universitarios frente a la crisis de la UMSA

La pandemia de Covid-19 ha puesto en descubierto la crisis del sistema universitario, en particular en la universidad pública. Así, instituciones como la UMSA se encuentran en una crisis financiera e institucional que se ha agravado frente a los efectos de la pandemia de COVID-19. Es casi un año desde que la UMSA está funcionando a través de interinatos, es decir, las direcciones se cambian cada tres meses. Esto debido a que las elecciones para escoger un nuevo rector no se efectuaron por los problemas de octubre del 2019 y después por la pandemia. Frente a esta situación, muchos/as estudiantes se han visto perjudicados, ya sea por la postergación de sus trámites o por la poca celeridad que se da al tratamiento de sus documentos.

La tardanza en los trámites administrativos en la Universidad Mayor de San Andrés no es una novedad, pero en tiempos de COVID-19 la indefensión a la que están expuestos los universitarios es mayor. Así, muchos directores no están asistiendo a las oficinas con regularidad ya que algunos están realizando teletrabajo. Esta situación perjudica enormemente a aquellos que tienen que realizar trámites, en especial, en fechas de fin de año. Las cuales, están destinadas a la defensa de tesis, examen de grado y otras modalidades de graduación. Frente a esta inestabilidad institucional, cuando surge algún problema de tipo académico, el estudiante se encuentra en total vulnerabilidad, con directores que cambian cada tres meses o que solo se encuentran una vez a la semana en las direcciones de carrera, la situación de los universitarios es crítica.

Es evidente como algunas carreras se encuentran en el completo caos, en algunos casos, sin personal que firme planilla de sueldos o sin directores que den respuestas rápidas a los conflictos que surgen. Los conflictos académicos son un tema recurrente en pandemia o fuera de pandemia, pero frente a este caos administrativo la situación de fragilidad de los/as universitarios/as es mayor. En este sentido, el rol de la Defensoría de los Derechos Universitarios es fundamental ya que es un ente autónomo. No obstante, la crisis financiera por la que está atravesando la universidad limitará su accionar. Por ejemplo, ya se han visto recortes en algunas unidades como Transparencia, en la que ya no se cuenta con el mismo número de abogados/as para revisar las denuncias que llegan por irregularidades administrativas.

La crisis financiera e institucional por la que está atravesando la UMSA ya es totalmente visible y pública, por ejemplo, hace algunos días se informó que no se pagaría la planilla del mes de noviembre porque la universidad no tendría la liquidez necesaria para asumir esta responsabilidad. Esta crisis financiera no es nueva y ya se la advertía en el mes de mayo a través de la declaración de estado de emergencia.

La pandemia de COVID-19 ha agravado el conflicto, que incluso está generando recortes y estableciendo cupos en carreras que generalmente no contaban con estas restricciones, como ha sido los casos recientes de la carrera de comunicación y trabajo social. En la que, días atrás más de doscientos postulantes clamaban por una solución que permita su ingreso a la Facultad de Ciencias Sociales. A pesar, de esta crisis económica, irónicamente, en la Universidad Mayor de San Andrés sigue existiendo personal que llega a recibir un sueldo de hasta 20.000 bolivianos.

La crisis institucional ha golpeado con mayor fuerza a los/as estudiantes que realizan los trámites de titulación, basta ver las largas filas en la universidad y el trato que los administrativos brindan a estos. Sin ir muy lejos podemos ver las cifras de denuncias que se registran en la Defensoría de los Derechos Universitarios, más de 195 denuncias en gestiones pasadas. A la fecha, habría que ver como estas denuncias se han incrementado, que frente al caos institucional podríamos presumir se han triplicado. Los/as estudiantes no tienen otra opción que lidiar con el caos interno que se vive, en especial, aquellos que por los tiempos administrativos deben realizar su trámite de titulación en estas fechas. Existen historias de terror en la UMSA por observaciones en trámites de titulación, estas no han cesado, aún existen estudiantes que claman por justicia frente a los abusos y los errores administrativos. La diferencia es que en tiempos de Covid-19 sus reclamos encuentran un eco vacío por el caos institucional por el que atraviesa la universidad.

Lorena Choque Flores es politóloga, candidata a magister en Diplomacia y Relaciones Internacionales / Twitter: @LorenaWendyCh