¡Las más poderosas!

Aunque Rihanna, Taylor Swift, Beyoncé, Madonna y Shakira llenan estadios y cuentas bancarias, el verdadero poder femenino se manifiesta en altas esferas de la política y la economía de resonancia global. Dos mujeres, Ursula von der Leyen y Christine Lagarde han trascendido los límites y se han convertido en faros de liderazgo.

Ursula es médica, madre de siete hijos y desde que ingresó a la política las bases de su propuesta se han centrado en acortar la desigualdad social, fortalecer compromisos medioambientales de Europa y acelerar la transformación digital. Es la presidenta de la Comisión Europea desde 2019.

Desde ese cargo administra más de 300.000 millones de euros anuales de la Unión Europea y debe lograr consensos con líderes de 27 estados miembros, representando a más de 450 millones de personas.

En el inicio de su mandato enfrentó la mayor crisis sanitaria del siglo: la pandemia del Covid-19 y la posterior crisis económica. Con notable templanza, Von der Leyen lideró la estrategia europea, gestionando cuantiosos recursos y coordinando acciones de enorme envergadura para proteger a sus conciudadanos y contener las amenazas de una potencial crisis económica. Von der Leyen es activa en Twitter (ahora, X), tiene más de un millón y medio de seguidores.

Pero en este viaje no está sola, Christine Lagarde, exgobernadora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y exministra francesa de Finanzas, es la presidenta del Banco Central Europeo. Su perfil calificado de continuista respecto al de su antecesor, el italiano Mario Draghi, se considera un alivio para los países del sur del bloque. Lagarde es una convencida en la lucha contra la crisis climática, se destacan sus cualidades de comunicadora y buena líder de equipos, sobre todo en la gestión europea de la crisis financiera.

Christine trascendió fronteras y se convirtió en una pionera en la economía global, forjando una carrera notable.

En 2011 marcó un hito al convertirse en la primera mujer en dirigir el FMI, consolidando su experiencia y liderazgo en la economía global.

Como abogada y política, divorciada y madre de dos hijos, Lagarde encuentra inspiración en las palabras de Eleanor Roosevelt, esposa del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt: “Una mujer es como una bolsita de té: nunca se sabe lo fuerte que es hasta que se mete en agua caliente (problemas)”.

Su trayectoria pionera en el ámbito de las decisiones económicas es inspiración de nuevas generaciones para romper barreras y alcanzar posiciones de liderazgo.

Lagarde es muy activa en Twitter, cuenta con casi 800.000 seguidores y en Instagram su comunidad asciende a 154.000 seguidores.

En un mundo donde las fronteras se desvanecen y las conexiones globales se entrelazan, el liderazgo femenino está rompiendo el “techo de cristal”, esa barrera invisible que impide a las mujeres acceder a puestos de responsabilidad. Sin embargo, el patriarcado, la educación sexista y la androcentricidad han cedido terreno ante la determinación y la valentía de mujeres a lo largo del mundo.

Si bien las mujeres han logrado avances significativos en la brecha educacional y han irrumpido en sectores tradicionalmente masculinos del mercado laboral, su representación en niveles de toma de decisiones sigue siendo insuficiente a nivel global. Obstáculos como la discriminación cultural y la falta de apoyo para la conciliación familiar y profesional persisten, impidiendo un desarrollo pleno y equitativo.

En el escenario actual, las dimensiones de globalización y multilateralismo entrelazan nexos históricos en un presente compartido. Estas dos emblemáticas líderes influyen con sus decisiones en campos fundamentales como política y democracia, economía, combate a las desigualdades, paz y seguridad, intercambios culturales y educativos e identidades transnacionales.

Si bien las voces de Rihanna, Taylor Swift, Beyoncé, Madonna y Shakira resuenan con fuerza global, los liderazgos de Ursula von der Leyen y Christine Lagarde impactan en las decisiones que moldean las dinámicas socioeconómicas del mundo. Ellas son realmente las más poderosas.

Patricia Flores Palacios es comunicadora y feminista queer.