También llamada ecoansiedad es un nuevo
trastorno psicológico que está afectando cada vez más a personas que se preocupan
por la crisis climática. El creciente deterioro ambiental está ocasionando que
muchos seres en el mundo sufran miedos, angustias y desesperanzas.
El cambio climático es un fenómeno provocado por el calentamiento global, proceso que hace que aumenten las temperaturas de la Tierra debido a la acumulación de gases emitidos por las actividades humanas que retienen más calor del necesario en la atmósfera.
Las personas que experimentan la ecoansiedad se caracterizan por ser conscientes y sensibles ante las sequias, inundaciones, terremotos, incendios, peligro de extinción de especies animales y vegetales, desaparición de los glaciares, escases de agua, deterioro de la calidad ambiental, contaminación y otros fenómenos que están poniendo en riesgo la supervivencia y la vida misma de la humanidad.
La ecoansiedad se puede manifestar de diferentes formas, como sentimientos de tristeza, desesperanza, miedo, ansiedad, culpa, ira y desesperación. Estos sentimientos se acentúan por noticias sobre catástrofes ambientales, eventos climáticos extremos y la indiferencia de líderes políticos o empresariales.
La Asociación Americana de Psicología (APA) define la ecoansiedad como “el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto aparentemente irrevocable de los efectos del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro de un@ mismo y de las próximas generaciones”.
La incertidumbre frente a los problemas ambientales que afectan la vida en la Tierra, son la causa del porqué much@s jóvenes no quieren traer más seres a este mundo.
Además de las consecuencias descritas, el cambio climático también tiene un impacto significativo en la salud física y mental. El aumento de las temperaturas está asociado con golpes de calor, deshidratación, problemas respiratorios, cardiovasculares y propagación de enfermedades. Por otro lado, la preocupación constante por los problemas ambientales y la impotencia frente a su magnitud, está afectando también la salud mental de las personas.
La eco ansiedad se manifiesta con el miedo extremo y pánico frente a todos los desastres que se están viviendo. Otros sentimientos como la impotencia, rabia y desesperanza, deben ser atendidos a fin de evitar que se transformen en enfermedades físicas y mentales.
La ansiedad es una respuesta humana y normal a situaciones estresantes o amenazantes. Se manifiesta en el cuerpo y en las emociones, mediante la tensión corporal, preocupaciones, pensamientos negativos, miedo, aceleración del ritmo cardiaco, entre otras cosas.
La ansiedad no es necesariamente negativa, es una reacción que ayuda a la preparación para enfrentar una situación futura. Sin embargo, la ansiedad se convierte en un problema cuando deja de ser transitoria y situacional. Cuando esta es demasiado frecuente y duradera lleva a un estado de preocupación crónico. Este tipo de trastorno tiene un impacto en la salud mental y física, e interfiere significativamente en vida cotidiana.
La conciencia ambiental colectiva si no va acompañada de una acción concreta con resultados visibles, provocan, frustración, intranquilidad, desesperanza e impotencia. Es por ello que es necesario asumir comportamientos responsables con la naturaleza, uniendo esfuerzos con organizaciones y personas que no pierden la esperanza y que promueven acciones específicas para revertir el calentamiento global e impulsar la adaptación al nuevo clima.
No es suficiente proponer nuevos modelos de desarrollo sustentables, se debe participar activamente en acciones que aporten diariamente al cambio necesario con nuevos hábitos que sean armónicos con la naturaleza. Son necesarias acciones que desde lo cultural, espiritual, emocional y ambiental, contribuyan a los esfuerzos técnicos, científicos, educativos, institucionales y políticos necesarios para detener el desastre.
Si a todo lo expuesto se suman los efectos lapidarios de las actuales guerras, el cese al fuego y la búsqueda de soluciones inmediatas se hacen urgentes.