Cada hilo guarda memoria; cada color grita libertad. Los aguayos no son solo tejidos, sino historia, identidad y resistencia que atraviesan generaciones. Así llega Historias de libertad, la serie producida por el Grupo Ukamau bajo la inspiración y dirección general de Jorge Sanjinés, referente fundamental del cine boliviano contemporáneo.
Desde la mirada de un pueblo que nunca renunció a soñar con la independencia y la justicia social, esta obra desborda narrativa, historia y arte, reclamando un lugar central en la memoria histórica del Bicentenario. Con la semilla que dejó Beatriz Palacios permeando el proceso, y el talento de Alejandro Zárate desplegándose en una producción magnífica, la serie interpela y cuestiona la compleja realidad boliviana, desde la génesis de la república.
Alejandro, director de cine, comparte con emoción la intensidad y el desafío de su experiencia en “Viva la Patria”, el capítulo que le fue confiado por Sanjinés. En medio de dudas por el financiamiento y la viabilidad del proyecto, aceptó el reto con pasión y prudencia, entregándose a una profunda investigación y a la elaboración minuciosa del guion en constante diálogo con el maestro, desarrollando quince versiones que fortalecieron su vínculo y compromiso con la historia.
La producción le exigió superar enormes desafíos técnicos y logísticos, sobre todo en las secuencias de la batalla de Ayacucho y las jornadas del 25 de mayo, que demandaron recursos, coordinación y creatividad excepcionales. Sin embargo, la fortaleza de un equipo profesional creó un entorno armonioso y solidario, donde cada miembro se apoyaba como un samurái, confiando en la paciencia y la calma para afrontar dificultades. Gracias a su profundo conocimiento de Sucre, Alejandro investigó los testimonios dejados por quienes escribieron la historia, imaginó y planificó cada una de las escenas con precisión, porque conocía cada uno de sus rincones, aportando una riqueza visual y geográfica que alimentó la narrativa.
Entre dificultades, agotamiento y lágrimas, Alejandro nunca cedió al desaliento; su empeño fue hacer la mejor obra posible, consciente de que esta llevaría la huella indeleble de un esfuerzo colectivo. Orgulloso y agradecido, menciona el acompañamiento simbólico de Beatriz, cuyo espíritu los acompañó a lo largo del rodaje. Para él, “Viva la patria” es mucho más que cine: es compromiso, memoria viva y homenaje a la historia y al pueblo boliviano.
En este tejido de secuencias, producción y despliegue actoral, se destaca también el extraordinario trabajo de Mónica Bustillos, cuya dedicación y profesionalismo iluminan cada cuadro, dejando su huella y su nombre en la historia del cine boliviano, junto a la maestría, experiencia y pasión de todo el equipo del gran Grupo Ukamau, orgullo para Sanjinés y para el país, asegurando que este proyecto perdurará como un faro para futuras generaciones, un testimonio vivo de la memoria y el espíritu rebelde boliviano.
“Historias de Libertad” no es solo una serie documental o histórica; es el latido de un pueblo que resiste, sueña y ama, una memoria que se renueva para hacer de la justicia un legado tangible e imborrable, fiel al espíritu crítico y renovador del Grupo Ukamau, en el que Sanjinés invita a otros realizadores a asumir la dirección de capítulos, garantizando la vitalidad de esta narrativa política.
Esta producción, además de su impecable técnica y arte, destaca por su sensibilidad para reconstruir episodios con minuciosidad y respeto, desbaratando mitos y recuperando a los pueblos originarios como protagonistas fundamentales, sin el encasillamiento de la historiografía tradicional. Se desnudan las contradicciones de héroes y caudillos, mostrando alianzas y tensiones, y se deja emerger una justicia cultural que conmueve y convoca a reubicar la memoria como base de dignidad y lucha actuales.
En la tierra de contrastes —como la definió René Zabaleta— donde luz y sombra conviven entre valles y altiplanos, la historia se escribe con sangre y esperanza de un pueblo que, a pesar de los avances y retrocesos, de las glorias y las derrotas, se revela, protesta y abre nuevas trincheras. Juana Azurduy, símbolo eterno de valor que murió en el olvido, encarna esa lucha perpetua, mientras Bolivia, herida y bendecida, canta su rebeldía y amor.
Lo/as verdaderos protagonistas de esa historia, en los albores del nacimiento de la República, fueron seres humanos con miedos y convicciones profundas, que cambiaron el rumbo del país enfrentando lealtades, traiciones y contradicciones. Desde la pobreza y la solidaridad, desde un heroísmo precario pero a la vez estoico, valiente e inspirador, surgieron vidas marcadas por la tragedia de condiciones casi paupérrimas, pero también colmadas por la fuerza indomable de la unión y la esperanza compartida.
Esta serie es ese río de resistencia que fluye entre pasado y presente, trazando una historia de golpes y heridas, pero sobre todo de una valentía infinita encarnada en mujeres y hombres que les plantaron cara a la opresión con sueños, palabras y sacrificios. Es un legado tejido por madres, guerreras, poetas y luchadoras que lanzan un llamado poderoso a las generaciones actuales para que se levanten, reclamen y sueñen sin descanso. Bolivia, espejo quebrado pero al mismo tiempo faro de esperanza, refleja en sus fragmentos la gloria y la injusticia, la noche y la luz, en una historia que jamás podrá ser silenciada ni olvidada.
En este tiempo de memoria y gloria, el Grupo Ukamau se alza como artífice emblemático de una creación cinematográfica que trasciende la imagen y el sonido. Con la dirección magistral de Alejandro Zárate, la producción ejemplar de Mónica Bustillos y el trabajo brillante detrás de cámaras —fotografía, edición, música, diseño de sonido— cada miembro de este equipo apasionado y comprometido ha aportado su alma para dar vida a una obra que deslumbra por su calidad técnica y artística. Este cine, que es historia convertida en arte, emoción y compromiso, se vuelve testimonio vivo de una Bolivia que no olvida, que resiste y que se revela.
Patricia Flores Palacios es magister en ciencias sociales y feminista queer.