Entre enero y la primera semana de agosto de 2024 la Fiscalía de Bolivia atendió 54 denuncias de feminicidios y 20 de infanticidios. Los datos corresponden al periodo entre el 1 de enero y el 7 de agosto, según el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa. Estas cifras alarmantes subrayan una realidad aterradora: la violencia de género sigue siendo una grave amenaza para las mujeres y niñ@s en el país. La directora de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida e Integridad Personal, Elizabeth Viveros, señaló que la mayoría de estos crímenes han ocurrido en La Paz, con un total de 11 casos de feminicidio.
Desde 2013, Bolivia cuenta con la Ley 348, que sanciona el feminicidio con 30 años de prisión sin derecho a indulto. Sin embargo, la aplicación de esta ley ha sido cuestionada repetidamente. De los feminicidios reportados en el primer semestre de 2024, solo 14 han resultado en sentencias. La mayoría de los agresores están en prisión preventiva, con 26 casos aún en etapa preparatoria. La falta de recursos económicos, las demoras judiciales, la escasez de personal capacitado y la corrupción, dificultan la implementación efectiva de esta norma.
Uno de los casos más impactantes de este año ha sido el asesinato de una mujer de 69 años en Santa Cruz, quien fue víctima de agresión sexual y múltiples golpes. Otro caso que causó indignación fue el de un hombre de 27 años condenado a 30 años de prisión por matar a su expareja de 28 años en marzo de 2022. Estos crímenes no solo muestran la brutalidad de los agresores, sino también la urgencia de tomar medidas más efectivas para proteger a las mujeres.
Según el Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas (OBSCD), siete de cada diez víctimas de delitos de alta connotación social son mujeres. Estos delitos incluyen violencia familiar, delitos contra la propiedad, la vida, la libertad sexual, trata y tráfico de personas, entre otros. Las mujeres en los rangos de edad de 20 a 29 años y de 30 a 39 años son las más afectadas.
El Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) reportó que 21 de las víctimas de feminicidio murieron por asfixia, 10 por golpes o traumas, 9 por arma blanca, 3 por arma de fuego y 2 por otras causas. Estas estadísticas reflejan la magnitud y diversidad de la violencia que enfrentan las mujeres en Bolivia.
En abril, un grupo de legislador@s del Movimiento al Socialismo (MAS) impulsó una reforma a la Ley 348, considerándola "antihombres". Esta propuesta fue rechazada por la oposición y por el ala oficialista afín al presidente Luis Arce. Si bien existen algunos casos donde los hombres son denunciados falsamente, no se puede negar que la mayoría de las víctimas son mujeres y cualquier reforma debe ser evaluada con un enfoque de protección y no en diluir las sanciones contra los agresores.
La violencia de género en Bolivia es una crisis que requiere una respuesta contundente y sostenida. La implementación efectiva de la Ley 348, la asignación de recursos adecuados y la capacitación de personal especializado, son pasos esenciales para combatir esta epidemia. Además, se debe fomentar una cultura de respeto e igualdad, educando a la sociedad sobre la importancia de erradicar la violencia de género. Cada feminicidio es una tragedia que deja una familia destrozada y un agresor tras las rejas por muchos años
Es hora de tratar las reformas a la Ley 348 y actuar con firmeza y decisión para asegurar que las mujeres en Bolivia puedan vivir libres de violencia y miedo.