Expertos en biotecnología los tenemos en Bolivia

El viernes pasado, el lobby anti-OGM tuvo que traer del extranjero a unos supuestos expertos para que nos cuenten más bulos cumpliendo su agenda de hambruna internacional.

Por si este año no tuvimos suficiente con los escándalos de la Universidad Mayor de San Andrés y los dinosaurios, ahora nos toca soportar que a través del Departamento de Investigación Postgrado e Interacción Social - DIPGIS, se dé cobertura a supuestos expertos del lobby internacional a que nos vengan a contar las falacias de antaño sobre los supuesto daños de los organismos genéticamente modificados- OGM.

De hecho dentro del Comité Nacional de Bioseguridad de OGM, que nunca logra ser operativo como sugiere el Protocolo de Cartagena, siempre surgen dudas si en Bolivia hay profesionales que entendamos esta área de la biotecnología o su regulación.

A pesar de todos los obstáculos y retrocesos científicos que hay en el país, SÍ habemos biotecnólogos de profesión y otros más que lograron por el postgrado, especializarse en esta disciplina. Si bien al inicio fuimos pocos, a la fecha el número sigue en crecimiento, aún más con la carrera que inició hace poco más de 4 años en Santa Cruz.

Varios de los biotecnólogos que pude conocer como parte del comité organizador del Congreso Internacional en Biotecnología Bolivia Innova 2020 y 2021, se dedican mayormente a realizar proyectos de investigación. En muchos casos su trabajo pasa desapercibido para la mayor parte de la población. Quizás, así es como se pierden oportunidades de atraer inversores internos como extranjeros.

El problema de ignorar o quedar ajenos ante las normativas nacionales e internacionales, es algo que estamos contemplando cambiar pronto, para que tanto futuros biotecnólogos como ya establecidos, estén al tanto de las amenazas que pueden representar algunas discusiones internacionales para el desarrollo científico y tecnológico. Sobre todo nos importa que realmente sean posiciones país las que se presenten en estas reuniones, y no la agenda de una persona alineada con el lobby internacional de activistas.

Pero hay otro punto que me preocupa. Entre profesionales del área científica, sigo encontrando que repiten los bulos de estos expertos internacionales como si se tratara de un mantra. Son más de 25 años de consumo mundial de OGM, más de 2500 estudios científicos que los sustentan, 70 países han adoptado su consumo o uso para cultivo, las agencias de inocuidad alimentaria más estrictas del planeta los revisan periódicamente y siguen sin emitir una alerta sanitaria, algo que no sucede con varios productos mal llamados orgánicos.

Sin embargo, llega un Colombiano con datos de hace más de 10 años sin soporte estadístico, que olvida mencionar que hasta indígenas en su país quieren esta tecnología y que durante 15 años no ha habido pérdida de ni una variedad nativa, dado que el país ha tomado previsiones de conservar su diversidad agrícola nativa a través de otras estrategias.

O que tal de Brasil, alguien que parece desconocer que en su país el productor que utiliza biotecnología, ahora recibe mejor ingreso y ha reducido el uso de insecticidas. Algo que logra que Brasil no sea tan dependiente en producción de granos. ¿Ha desarrollado este experto alguna solución contra el virus del mosaico que ataca la producción de frijol? Obvio que no. Lo hizo el Dr. Aragao, que sí hace investigación y que conoce el problema desde sus abuelos.

¿Hasta cuándo la UMSA y sus dependencias van a ser parte de un retraso científico y tecnológico? Hace más de 5 años pudieron ya abrir una carrera en biotecnología. Pero al parecer hay otros intereses y mejorar la calidad educativa no es una prioridad. Mientras sigan abriendo espacios para desinformar y promocionar el amarillismo sin sustento, no queda mucho de donde esperar una mejora y promoción de la verdadera investigación y desarrollo tecnológico que el país tanto necesita.

Cecilia González Paredes M.Sc. 

Especialista en Agrobiotecnología