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Filia Dei | 03/02/2023

Bolivia - Sri Lanka, una lección que aprender

Cecilia González Paredes
Cecilia González Paredes

El año pasado escribí un par de veces sobre la situación en Sri Lanka, enfocando en el aspecto de una mala medida agropecuaria, que sumó a la debacle política que terminó con el escape del presidente Gotabaya Rajapaksa.

Precisamente esta semana conversaba con un ciudadano de Sri Lanka que decidió emigrar a Europa hace más de 15 años, pero cuya familia se quedó en su país. Muchos datos pasan desapercibidos en este lado del mundo, sobre lo que allá sucede.

Sri Lanka es un país insular ubicado al sur de la costa de India, en el Océano Índico. Es una nación tropical, conocida por sus exuberantes paisajes, ruinas antiguas y cultura vibrante. El país es hogar de una población de alrededor de 22 millones de personas, y las lenguas oficiales son el cingalés y el tamil.

Es un destino turístico popular, con hermosas playas, vida silvestre y atracciones culturales. Además de las exportaciones de productos básicos como el té, caucho, especias y fibras textiles, las principales fuentes de divisas de Sri Lanka son el turismo y las remesas de los trabajadores en el extranjero.

Luego de concluir una guerra civil de casi 30 años el 2009, este país retorna al sistema de elegir a sus mandatarios mediante el voto de sus habitantes. Entre el 2005 al 2010, la mayor parte de los préstamos chinos proporcionados a Sri Lanka se destinaron a la financiación de proyectos. Tres de los proyectos más grandes financiados por el banco Chino, fueron la central eléctrica de carbón Norochcholai Puttalam, el puerto de Hambantota y el aeropuerto de Mattala.

De la deuda pendiente a fines de 2010, el 90% era del China Exim Bank. El 2014, Sri Lanka realizó la solicitud para reducir las tasas de interés y extender los períodos de recuperación. En estas negociaciones, China se quedó con la propiedad del Puerto de Hambantota. Si bien se trata de una concesión por 99 años, este caso es uno de los ejemplos más vívidos del ambicioso uso de los préstamos y ayuda por parte de China para ganar influencia en todo el mundo, y de su voluntad de jugar duro para cobrar.

¿Empieza a notar similitudes? Además de las pésimas decisiones que realizó el gobierno sobre el tema agrícola y el uso de agroinsumos, también confiaron demasiado en el crédito y préstamos que obtuvieron de China. En toda la región, el gobierno de Beijing está prestando miles de millones de dólares, que se pagan con una prima para contratar empresas chinas y miles de trabajadores chinos.

De vez en cuando vuelve a surgir en nuestro país el caso de la explotación aurífera en el norte paceño por parte de ciudadanos chinos y el tema más detestable de la contaminación de aguas de ríos con mercurio. A pesar de todo ello, hace poco se volvió a anunciar con gran pompa, que la explotación de litio estará a cargo de nada menos que …¡Sí! los acreedores que al parecer van formando colonias en puntos estratégicos en este planeta con una cuidadosa planificación geográfica.

Al escuchar las referencias del amigo esrilanqués y su frustración ya que un nuevo puerto ha sido tomado por China (Colombo Port City), no puedo dejar de cuestionarme si tanta “bonanza” en cuanto a préstamos y concesiones a este país por parte de Bolivia, puedan desencadenar una situación similar a la que hoy vive Sri Lanka. ¿Aprenderemos la lección o nos dejaremos llevar por la corriente de los nuevos colonizadores?

Cecilia González Paredes M.Sc. 

Especialista en Agrobiotecnología



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