El 12 de junio, la petrolera estatal anunció el Plan de Exploración que comprende cuatro zonas que las denominaron estratégicas: Subandino sur y norte, Boomerang y Madre de Dios.
Exploración sísmica 2 d. Foto: YPFB
Brújula Digital|21|06|21|
El nuevo Plan de Exploración recientemente anunciado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), lejos de generar expectativa, preocupa porque apunta a zonas sensibles como la Amazonía, pero también porque mira al petróleo, nada rentable, como objetivo de explotación hidrocarburífera, afirma el analista de Fundación Jubileo, Raúl Velásquez.
“Es una noticia preocupante el anuncio porque el Sub andino Sur es zona tradicional donde habitualmente se han desarrollado actividad hidrocarburifera, pero en el sub andino norte y Madre de Dios es un anuncio preocupante porque es una zona de alta biodiversidad, de alta sensibilidad ambiental”, señala a Brújula Digital el especialista en temas energéticos.
Según el plan de YPFB las cuatro zonas estratégicas para la exploración hidrocarburífera son: el Subandino sur y norte, Boomerang y Madre de Dios.
En criterio de Velásquez, el potencial que se estima pueda existir en el norte La Paz, Beni y Pando; es decir la Amazonía boliviana, está más enfocado al petrolífero, más que gasífero.
El año 2016, se cuestionó el ingreso de la china BGP, contratada por YPFB para tareas de exploración sísmica 2D en el proyecto Nueva Esperanza debido a que surgieron algunos indicios de la presencia de un pueblo no contactado, probablemente Toromonas, afectado por la incursión petrolera.
“Pueden existir posibilidades de gas, pero más que todo se prevé que pueda ser petróleo. Bolivia tiene un déficit de producción de petróleo, toda esa producción podría ir a abastecer el mercado interno, más aun considerando que el mercado interno tiene un precio subvencionado que no es un precio que haga interesante o atractiva la inversión”, señala.
Para hacer una relación de precios señala que mientras hoy el barril de petróleo oscila dentro del país en 27,11 dólares, el precio internacional es de 75 dólares, por lo que no es un precio atractivo para la inversión.
“Otro aspecto es el tema de mercados, el mayor mercado para el petróleo es el mercado interno; si hablamos de exportación debería ser gas natural, tanto el año 2020 como el año 2019 el problema ha sido de mercados y lo hemos advertido el año 2010 cuando íbamos por la mitad del contrato con Brasil y era necesario una política agresiva de nuevos mercados, de avances en renegociación, pero lamentablemente eso no ha sucedido”, apunta.
De acuerdo a la explicación de Armin Dorgathen, vicepresidente de Administración de Contratos y Fiscalización de YPFB, el “plan exploratorio agresivo” pretende salvaguardar y mantener las cuotas de mercados en Argentina y Brasil.
“Como administración queremos que nuestros índices de reservas sean mayores; eso quiere decir que todas las reservas que vayamos a consumir en los próximos cinco años las encontremos en estos mismos cinco años y que además tengamos un diferencial que podamos sumar a las actuales con las que contamos”, indicó Dorgathen.
Sin embargo, Velásquez hace notar que de acuerdo al plan sectorial que presentó el exministro Luis Sánchez el año 2015 ya preveía para el 2019 un nuevo contrato de exportación con Brasil, cosa que no ha sucedido, pues el 2020 el gobierno transitorio de Jeanine Áñez renegoció dos adendas al contrato con Brasil y otra adenda con Argentina que la hizo el actual gobierno del MAS.
“Ambas adendas están orientadas a reducir los volúmenes de exportación y es que Bolivia venía pagando multas dado que no teníamos suficiente producción para cumplir con nuestros compromisos de gas natural”, hace notar el experto.
Dorgathen aclaró que el objetivo de YPFB es que entre el 2025 y 2026 se dejen las reservas con un número mayor y que estas zonas potenciales, donde se desarrolla el plan de exploración, den los resultados esperados. “Este plan y los resultados positivos que genere nos va a permitir mejorar la balanza comercial, es decir vender más gas, producir petróleo nacional y con eso disminuir la importación de diésel”.
En análisis del especialista de Jubileo, YPFB atraviesa uno de sus periodos más complejos de los últimos 20 años, por problemas estructurales. “Lamentablemente en un principio los problemas eran de fácil solución si eran atendidos a tiempo pero cuando son descuidados los problemas se hacen más complejos de solucionar”, sostiene.
Velásquez dice que año después de la denominada “nacionalización de los hidrocarburos” (2006) el principal problema fue la falta de exploración pues el sector hidrocarburífero se centró hasta el 2010 en la renegociación de los contratos petroleros con las empresas que realizaban trabajos de exploración y explotación en Bolivia.
Señala que el caso de Gazprom es la excepción pues con la rusa YPFB logró firmar varios contratos.
“Pero ninguno de estos contratos se ha plasmado en un éxito exploratorio, de tal forma que hasta el año 2017, YPFB ha tenido cerca de 100 áreas reservadas para la exploración y explotación de hidrocarburos y por lo menos 20 a 22 ya tienen contrato firmado y aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero ninguno de esos contratos ha sido exitoso, ninguno ha tenido éxito exploratorio”, sostiene.
El caso de Incahuasi, señala que llegó a suplir la caída de los principales magacampos de gas, pero sus tareas exploratorias empezaron mucho antes del gobierno del MAS.
BD JMC