Buenas prácticas organizacionales que aceleran la inclusión y la equidad de género en Bolivia

Visión Sostenible |16|11|22|

La equidad es un concepto muy usado hoy en día en el entorno empresarial. Los intentos para generar igualdad y equidad en las empresas son muchos y cada vez más aplicados. Las políticas de equidad de género materializadas en planes de trabajo concretos, la conformación de comités de equidad de género, la planificación de indicadores que demuestren la equidad en cargos de decisión, el desarrollo de mentorías o talleres de sensibilización sobre el género, la flexibilidad en los horarios para equilibrar la vida laboral con la privada y la elaboración de protocolos contra el acoso laboral, entre otros, son criterios que en la actualidad están siendo tomados muy en serio por varias empresas.

Esta búsqueda por dirigirse de forma certera hacia la equidad e igualdad ha planteado una suerte de carrera, sobre todo entre las compañías más grandes en Latinoamérica. Para ello, hay modelos de medición a los que acuden las empresas para evaluarse a sí mismas; tal es el caso del ranking PAR, que mide la incorporación de parámetros para la generación de equidad de género en las empresas a nivel Latinoamérica. Evalúa, a través de diversos indicadores, el impacto en términos de equidad de género a 762 organizaciones en la región.

En Bolivia, hay empresas que incorporaron buenas prácticas organizacionales que aceleran la inclusión y la equidad de género entre hombres y mujeres. Para mencionar algunos ejemplos, el Banco de Crédito BCP ha incorporado talleres de sensibilización sobre igualdad de género para sus colaboradores, cuyo objetivo fue el de generar espacios que promuevan las acciones equitativas. Cuenta con un diagnóstico del baseline sobre paridad de género en las líneas de sucesión y despliegue de iniciativas para desarrollar los semilleros de liderazgo que llevaran a incrementar el número de mujeres en los planes de sucesión.

Adicionalmente, se sumó a la iniciativa regional de Genderlab y el BID “ELSA”, una herramienta integral de diagnóstico e intervención que ayuda a las empresas a responder preventivamente al acoso sexual laboral, con el fin de construir espacios laborales sin acoso.

Dentro del rubro de la farmacéutica, Bagó es liderada por mujeres como María René Centellas, gerente general laureada con el premio Maya a mejor empresaria 2021. Este ejemplo denota un avance en relación a la ocupación de mujeres en cargos de poder o en cargos de decisión. “Al margen de un concepto de igualdad salarial o de representación, considero que ser una mujer empoderada está relacionado con ser autosuficientes en un mundo que a veces nos relega a roles de dependencia”, afirma Centellas.

Cervecería Boliviana Nacional también opta por difundir los lineamientos de equidad de género o promover el trabajo de mujeres a nivel externo. Impulsa un proyecto desde hace varios años en la población de Huari, promociona los tejidos de mujeres indígenas a la vez que apoya a la protección de la riqueza cultural del país. De esta forma, esta empresa apostó por una propuesta de inclusión y visibilización de un grupo tradicionalmente excluido y vulnerable.

Salir de los lineamientos internos de promoción de la equidad hacia un aporte de esos mismos valores hacia afuera, y además hacerlo en alianza con otras instituciones que compartan los mismos principios, es un triple golpe de aciertos para las compañías hacia la equidad y la buena reputación empresarial. Un apunte destacable lo ha dado este año Unilever, que mediante su marca Sedal lanzó, en alianza con Pro Mujer, Plan Internacional y ONU Mujeres un movimiento disruptivo que interpela a la sociedad a ‘repensar el rosado’, a manera de cuestionamiento sobre aquellos estereotipos que por muchos años han limitado a las mujeres para su incursión en áreas STEM (acrónimo de las áreas de conocimiento en las que suelen trabajar los científicos y los ingenieros: Science, Technology, Engineering and Mathematics).

Las empresas de hoy, que avanzan e incorporan como parte de sus acciones diarias buenas prácticas organizacionales, que promueven la equidad de oportunidades, son aquellas que demuestran su compromiso con la sociedad y con mujeres profesionales en los diferentes rubros. A todo esto, se debe agregar que, cada vez más, personas de todo el mundo toman decisiones de inversión basados en criterios de igualdad de género en las empresas.