Para los productores de oleaginosas de Santa Cruz, si el país sigue avanzando en la aprobación de más eventos biotecnológicos en trigo y maíz, se generará más de 3.500 millones de dólares anuales en exportaciones, a mediano plazo.
Fernando Romero, presidente de Anapo.
Promoción Empresarial|22|10|24|
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) ve con optimismo la reciente aprobación del evento biotecnológico Intacta, aunque de inicio sea destinado a la producción de biocombustibles. Para los productores esta decisión representa una señal del ingreso de Bolivia a la era de la biotecnología moderna, lo que tendrá importantes beneficios para el país y el sector agroproductivo.
“Esta aprobación marca el comienzo de un proceso que esperamos continúe con la autorización de nuevos eventos biotecnológicos, como el HB4 tolerante a la sequía, para cultivos estratégicos como la soya y el trigo”, afirma el presidente de Anapo, Fernando Romero. Añade que los agricultores cruceños llevan varios años en trabajo conjunto con instituciones de investigación para el desarrollo de genética de alta productividad, “pero quedaba pendiente la inclusión de biotecnologías avanzadas para lograr variedades con potencial productivo en cultivos como, la soya, trigo, el maíz y el algodón”.
Anapo destaca que estos avances permitirán mejorar la productividad agrícola, en particular en la producción de soya, trigo y maíz; esto hará posible aprovechar mejor las superficies de cultivo actuales. Romero transmite la convicción de su sector: “Con nuevas tecnologías biotecnológicas, Bolivia podrá competir en igualdad de condiciones con los países del Mercosur, como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, donde estos eventos ya están aprobados y en uso”.
De acuerdo con investigaciones preliminares y la comprobación en países vecinos, el evento Intacta podría permitir, a mediano plazo, un incremento de hasta el 30% en la productividad de los cultivos. Este aumento se traducirá en mayores excedentes para la exportación, más divisas para el país y un aumento en la disponibilidad de aceite vegetal, un insumo clave para la producción de biodiesel, tan necesitado hoy en el país.
“Si Bolivia sigue avanzando en la aprobación de nuevos eventos biotecnológicos en soya y maíz, estamos convencidos de que se generará más de 3.500 millones de dólares anuales en exportaciones en el mediano plazo”, puntualiza el Presidente de Anapo. De acuerdo con investigaciones realizadas por la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, esto no solo contribuirá al crecimiento económico del país, sino que también fortalecerá el desarrollo sostenible del sector agrícola boliviano.
Meta: agricultura sostenible
La asociación líder de los productores de oleaginosas y trigo en Bolivia, lleva alrededor de 30 años comprometida con el desarrollo sostenible de la agricultura y la promoción de tecnologías que potencien la productividad y competitividad del sector.
“Para los agricultores que representa Anapo, la Biotecnología tiene un lazo inquebrantable con las prácticas de cultivo respetuosas con el medioambiente. Son dependientes entre sí, puesto que no es posible alcanzar las mejoras en la productividad si no se va de la mano con las prácticas de cuidado del suelo recomendadas”, asevera Fernando Romero.
La postura que apunta el representante de los soyeros de Santa Cruz ha sido sostenida y defendida durante las negociaciones con las instancias gubernamentales que llevaron a la aprobación del evento Intacta en Bolivia. “Es imprescindible reafirmar que, desde nuestra perspectiva de sostenibilidad, no puede haber biotecnología sin un manejo adecuado del suelo y de los insumos tal como recomienda la ciencia. Y en esto, como sector productivo debemos ser serios”, alega Romero.
La autorización del evento OGM Soya Intacta se da en cumplimiento del acuerdo suscrito durante el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción, que se llevó a cabo en agosto, y el compromiso asumido con pequeños productores de San Julian y Cuatro Cañadas. Este avance permitirá el uso de la biotecnología para la próxima siembra en las zonas productoras de soya en Santa Cruz, en los municipios de Cuatro Cañadas, San Julián, San Pedro, Pailón y San José de Chiquitos, entre otros.