El vocal electoral Tahuichi Tahuichi Quispe
es un funcionario electoral, una de las máximas autoridades del Tribunal
Supremo Electoral (TSE), electo por la Asamblea Legislativa Plurinacional por
dos tercios y tiene funciones muy precisas que cumplir, entre otras, trabajar
para que los procesos electorales pendientes sean una realidad: elecciones
judiciales, elecciones primarias, elecciones generales y elecciones
subnacionales en los tres años que van de 2024 a 2026.
Mediante nota escrita y declaraciones a la prensa, el vocal planteó de manera personal eliminar las elecciones primarias previstas en la Ley Nº 1096, Ley de Organizaciones Políticas, en vigencia desde el año 2018. Pese a que el TSE es un ente colegiado y que debe pronunciarse sobre este tema, se observa al vocal en una diligencia completamente personal.
El 17 de enero de 2024, el TSE mediante nota del Secretario de Cámara, responde al CONADE que “por instrucciones de la Sala Plena, le comunico que no existe una definición institucional de iniciativa legislativa por parte de este organismos electoral de modificación de la Ley Nº 1096 sobre las Elecciones Primarias”, en respuesta a una nota de 15 de enero del 2024 en la que se consultaba si la iniciativa de Tahuichi Tahuichi Quispe era una posición oficial del ente electoral.
Por lo visto, la reiterada iniciativa del vocal mencionado hace pensar que el TSE no ha resuelto el tema, pese a que finaliza el mes de abril; es decir, el TSE, en cuatro meses, no ha logrado resolver un tema de calendario electoral.
Según mi opinión, el vocal Tahuichi Tahuichi desafía la salvaguarda de los procesos electorales al momento de promover una acción que suspenda, anule y haga inexistente el proceso electoral de elección de candidatos a través de primarias, reguladas en el artículo 29 de la ley mencionada.
En su cargo, está obligado a dar cumplimiento a los postulados electorales de salvaguarda, paridad y alternancia, corresponsabilidad y colaboración; de manera que “Artículo 7. (SALVAGUARDA). Ningún tribunal o autoridad electoral podrá negarse a administrar un proceso electoral, referendo o revocatoria de mandato convocado con apego a la Ley del Régimen Electoral y la presente Ley (Ley Nº 18 Ley del Órgano Electoral Plurinacional); ni administrará un proceso electoral, referendo o revocatoria de mandato convocado al margen de la Ley del Régimen Electoral y la presente Ley. El incumplimiento de esta disposición será considerado como falta muy grave y dará lugar a la pérdida de mandato y las responsabilidades correspondientes”.
En otras palabras, ningún vocal del TSE puede negarse a ejecutar las elecciones primarias y en consecuencia no debería promover acciones para eliminar esta elección, que ya se realizó en 2019. Si las primarias tiene deficiencias, de lo que se trata es de mejorarlas y en ese sentido hemos promovido, desde el CONADE, las elecciones primarias ciudadanas abiertas, como un mecanismos de ampliación de la democracia representativa, para superar el voto calificado y generar un proceso de selección de las candidaturas presidenciales más allá de la elección de sus propios militantes.
Las otra opción es tener elecciones primarias cerradas con un mínimo de dos candidatos. La reforma del artículo 29 de la Ley Nº 1096 debería caminar en alguna de estas dos direcciones, porque anular las primarias no es un avance, sino un retroceso.
Es cierto que los partidos políticos se encuentran en un momento de crisis y debilidad, pero las elecciones primarias ciudadanas abiertas para elegir candidaturas a presidente y vicepresidente dentro de una alianza alternativa al MAS es interesante porque permitiría componer un liderazgo unitario, convergente, plural que gane las elecciones y asuma las difíciles tareas del periodo 2025-2030.
Ninguna fuerza política por sí sola podrá derrotar al MAS en las urnas y realizar efectivamente el control electoral para garantizar elecciones sin fraude. Por lo tanto, el debate entre izquierda y derecha o entre ideologías debe dejarse de lado, ya que esta elección no es de realización programática e ideológica de un sector en particular, sino de reconstrucción nacional con el aporte de todas las fuerzas prodemocráticas, o mejor dicho es un momento transitorio de “terapia intensiva” para recuperar la institucionalización democrática, el estado de derecho y la lucha tenaz contra la corrupción y el narcotráfico.
Volviendo a los argumentos del vocal Tahuichi Tahuichi, no es cierto que las elecciones primarias sean una terrible carga para el TSE, basta recordar que en 2019 se realizaron las primarias y las elecciones generales (anuladas por fraude) en un mismo año. En el caso actual aún se tiene el año 2024, 2025 y 2026 para realizar cuatro procesos electorales: elecciones judiciales, elecciones primarias, elecciones generales y elecciones subnacionales; es deber del TSE trabajar para su realización exitosa.