Los guardaparques en Bolivia forman la
línea de defensa principal de nuestros valiosos espacios naturales, incluyendo
el famoso Parque Nacional Madidi.
Sus principales funciones incluyen el monitoreo y mantenimiento del control de acceso a las áreas protegidas, la prevención y combate de la intrusión ilegal de actividades destructivas, como la minería, la caza furtiva y la deforestación, así como la documentación y reporte de incidentes de infractores dentro de las áreas protegidas.
No obstante, es preocupante que en Bolivia los guardaparques enfrenten procesos judiciales injustos y sin sustento al cumplir con su labor. A diferencia de otros países de la región, donde los guardaparques han sido absueltos de denuncias infundadas, en Bolivia los denunciantes parecen tener carta blanca para armar procesos a los guardaparques por cumplir su trabajo. Esta situación genera una sensación de impunidad para aquellos que realizan actividades destructivas en las áreas protegidas, como la minería ilegal.
La protección de las áreas naturales no solo beneficia a la fauna y flora, sino también a las comunidades locales que dependen de ellas. La explotación minera en zonas protegidas no solo afecta a la biodiversidad, sino también a la salud y calidad de vida de las personas que viven en estas áreas. Es necesario que el gobierno boliviano tome medidas para proteger a los guardaparques y garantizar que puedan realizar su trabajo sin temor a represalias.
El Gobierno ha promovido políticas de nacionalización de recursos naturales, pero es necesario que se asegure que estas políticas no se traduzcan en la explotación de áreas protegidas para beneficio del Estado. Es necesario que se establezcan mecanismos de control y sanción efectivos para aquellos que realizan actividades destructivas en las áreas protegidas.
Recientemente, conocí el nombre de uno de los acusados mencionados anteriormente. Persona altamente comprometida con su trabajo y originaria del área del Parque Madidi. No hace mucho pudo conversar con él y desde luego que es alguien que quiere lo mejor para esa zona, ya que comprende sobre el equilibrio y riqueza natural de la zona donde creció. Es además, un excelente embajador de la Amazonia boliviana, ya que comparte un sinfín de sucesos en cuanto a la fauna y variada flora del lugar.
Lo que más molesta a los que entendemos la importancia de estas áreas naturales, es que no es solo la afrenta a estos dos guardaparques, sino el daño extendido que sabemos ocasiona esta explotación minera en zonas donde vive gente que no puede ya ni reclamar por la contaminación que sufren sus zonas. ¿Ellos tampoco cuentan?
Es necesario que se proteja a los guardaparques en Bolivia y se promueva una cultura de respeto y cuidado hacia el medio ambiente.
Por ello, el Gobierno debe tomar medidas efectivas para garantizar la protección de las áreas protegidas y sancionar a aquellos que realizan actividades destructivas en ellas.