El día 24 de enero, justo para Alasita, Cristina Wayar Soux publicó en su cuenta de Facebook un texto respecto a una relación con el cantante Manuel Monroy Chazarreta, mencionando que ella tenía 14 años de edad. “Era una mujer de Alasita, chiquita” escribe, y el Papirri tenía casi 40 años de edad. Días más tarde, el aludido publicó, también en su cuenta de Facebook, una nota em la que justificó lo ocurrido, ¡amenazando además con acciones legales contra la víctima!
¿Este es un hecho aislado? Claro que no, puede hacer ruido ahora por estar en medio gente del ámbito artístico, pero es un hecho que persiste en diversos ámbitos del país, las posiciones jerárquicas o de algún tipo de poder de unos sobre otros, principalmente hombres en relación a mujeres, aunque no exclusivamente, hacen que situaciones como las de Cristina persistan en una sociedad en la que la mayor parte de puestos de poder los ocupan hombres, no siempre por capacidades técnicas, y donde las decisiones importantes son tomadas principalmente por hombres.
Sin ir muy lejos en el tema, situaciones como las de Brisa de Angulo, que fue víctima de violencia sexual por un familiar adulto, asuntos relacionados a un expresidente y sus relaciones con menores de edad y muchos otros casos demuestran que hay mucho por hacer; lastimosamente, entre políticos, influencers y medios de comunicación se ha dado más cobertura al hecho de las tunas y un señor renegón que no quería que las cosechen, y no a un hecho por demás degradante, indignante y aún presente.
Esto tiene relación con diversos temas que atañen nuestra sociedad; uno de ellos incide en los embarazos no deseados en adolescentes. En Bolivia cada día se reporta el embarazo de 61 adolescentes. Según un estudio del Ministerio de Salud (2022) las mujeres que fueron madres en la adolescencia tuvieron 2,7 veces menos oportunidades de obtener un título universitario y 22% menos de ingresos laborales. Llevar adelante un periodo gestacional en la adolescencia no solo resulta perjudicial para el desarrollo personal de niñas y adolescentes, sino además genera costos que podrían ser evitados con políticas públicas para prevenir gestaciones precoces.
Entre Alasita y precarnavaleras han estado circulando por todos lados precandidatos a la presidencia; en todas o casi todas las entrevistas se les pregunta sobre economía, dólar, inflación y desde luego que son temas importantes, pero este tipo de problemas, ¿no lo son?
Precandidatos, hablen sobre la violencia y el abuso en Bolivia. Bolivia necesita estabilidad económica y necesita una visión de país, de institucionalidad, de seguridad y de dignidad para todos.
Cecilia Vargas es médica y docente universitaria.