La feria ubicada al final de la zona Los
Andes se destaca por ser uno de los puntos neurálgicos donde se pueden
encontrar todas las variedades de pescados del lago Titicaca en El Alto. Bajo
las ch’iwiñas (toldos) cubiertas con plásticos de color azul, se ofrecen
qarachis, mauris, ispis, truchas, entre otros, ya sea para comprar o para
degustar.
Este fin de semana me antojé de una buena trucha en la denominada “final Los Andes”. Mi sorpresa fue grande cuando la señora me entregó el humeante plato sin mi carbohidrato favorito: la papa.
—¿No tienes papita? —le pregunté a la señora del mandil azul.
—No, hay sequía, joven —respondió.
En muchos lugares del altiplano paceño, debido a la sequía del último año, la producción de papa ha disminuido. Seguramente es el mismo caso para otros alimentos de la región, pero resulta especialmente llamativo que la estructura tradicional de los platos populares de la metrópoli de La Paz, siempre caracterizada por la presencia de papa, haya sido reemplazada por yuca o postre (plátano dulce).
No obstante, más allá de la papa, vale la pena reflexionar: ¿cómo afectan los cambios en las condiciones climáticas a los grupos sociales?
Existen evidencias desde la Amazonia boliviana que pueden arrojar luz sobre este tema. Ricardo Godoy, profesor de la Universidad de Brandeis, junto a un equipo de varias universidades, lleva a cabo investigaciones antropológicas con los tsimanes desde hace décadas en lo que se ha denominado el Tsimane’ Amazonian Panel Study (TAPS).
Los datos recopilados, además de ayudarnos a comprender cómo afecta en general la modernización a los tsimanes, nos proporcionan información sobre temas más específicos, como la influencia de la variabilidad en la lluvia (precipitación) en este grupo.
Uno de los hallazgos del equipo es que las alteraciones en la precipitación durante la gestación están asociadas con una menor altura en varones y mujeres (de tres a 20 años). Las implicaciones de este descubrimiento, discutidas por los autores en su documento, sugieren que los cambios en la lluvia en etapas iniciales de la vida pueden tener repercusiones en la salud futura de los afectados.
Si bien es importante la investigación en temas políticos y culturales para comprendernos como sujetos sociales, también es esencial abordar temas desde las ciencias sociales con un enfoque dirigido a su aplicación en políticas públicas y en el diseño de estrategias de desarrollo. Por ejemplo, observar la relación entre indicadores antropométricos y la adversidad del medio ambiente, como lo está haciendo Godoy y su equipo.
Volviendo a la “final Los Andes”, no podemos afirmar que la sequía del último año o la reducción en el consumo de papa tendrán un efecto negativo en el crecimiento de los niños. No contamos con los datos necesarios, pero se puede intuir que algún efecto tendrá. Sería valioso contar con más estudios profundos, como el que el equipo de Godoy ha llevado a cabo durante tantos años. Ojalá los investigadores aprovechen este ejemplo.
@brjula.digital.bo