Las relaciones laborales, desde 1919, año de creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dejaron de ser bipartitas (empleadores y trabajadores) y se convirtieron en tripartitas porque se incorporó al Estado, que, a través de leyes y otras normas, regula la relación laboral para garantizar los derechos de los trabajadores ante algunos empleadores abusivos. Desde entonces el Estado regula el salario mínimo, la jornada laboral y la seguridad social, además de incorporar procedimientos jurídicos para la resolución de los conflictos laborales.
Si bien Bolivia no cuenta con una tradición dentro del tripartismo debido a que las organizaciones de empleadores, por mandato de sus estatutos, se marginaron durante un largo tiempo de conocer temas laborales porque no podían aceptar pliegos petitorios, estos nunca pidieron ni exigieron al gobierno que excluyera a la representación laboral de participar en alguna que otra negociación que realizaban con el Estado. Ese error fue corregido con la modificación de sus estatutos. Ahora están plenamente habilitados para conocer e intervenir en temas laborales.
En términos de negociación en general y sobre todo en las relaciones laborales, no se puede obligar a ningún actor a que se siente en la mesa de negociación, pues esto va en contra de la naturaleza misma de lo que implica negociar. Sin embargo, lo que sí está prohibido es que un actor vete al otro y no le permita sentarse en la mesa de negociación y sobre todo que tome resoluciones que la parte vetada tenga o esté obligada a cumplir. Eso es lo que ha estado ocurriendo durante el “evismo” y en lo que va del “arcismo”.
Lo que ha sucedido en los últimos 20 años es que la COB vetó a la representación de los empleadores para participar en la mesa de negociación y se reunía solo con el gobierno. Entre ambos acordaban por ejemplo el incremento del salario mínimo. El único que tenía que cumplir el acuerdo era el empleador vetado. De esa forma el gobierno y la COB hacían política social hurgando en el bolsillo del tercero.
Pero no solo fue el salario mínimo lo que se negoció, hubo muchos otros temas entre ellos aspectos normativos que ampliaron los derechos de los trabajadores como la estabilidad laboral. Actualmente es prácticamente imposible despedir a un trabajador que no cumple con las metas u objetivos empresariales, pero tampoco se puede prescindir de un trabajador que no se ajusta a las nuevas tecnologías.
También se demandaron mejoras en las condiciones laborales y una mayor participación en la gestión y administración de las empresas estatales.
La lista es larga, por ello presentaremos un listado de algunos de los temas negociados entre la COB y el gobierno durante el “evismo”:
- Nacionalización de los hidrocarburos reclamaron que no se les consultó y no estuvieron de acuerdo con las formas de esa política.
-Salario mínimo los incrementos estuvieron por encima de la inflación.
-Ley de Horas de Trabajo y los descansos para los trabajadores.
-Ley de Seguridad Social se negoció la actual ley de pensiones en vigencia se creó una empresa pública la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo en reemplazo de las AFP.
-Ley de Protección al Trabajador con esta ley otorgan estabilidad e inamovilidad laboral.
-Reglamento de Higiene y Seguridad Ocupacional se negoció el reglamento de la norma de higiene y seguridad ocupacional para proteger la salud y la vida de los trabajadores.
-Creación de empresas mineras con la finalidad de generar empleo.
-Reposición de bonos de frontera en educación
-Control del contrabando la COB negoció con el gobierno medidas para controlar el contrabando y proteger la producción nacional.
En definitiva, las negociaciones entre la COB y el gobierno entre los años 2006 a 2024 abordaron temas que van desde la nacionalización de los hidrocarburos, la reforma laboral, los salarios y beneficios y la participación en la gestión de empresas estatales, pero nunca dejaron que el empleador privado participe en la toma de decisiones.