PC_GPTW-Brujula-digital
PC_GPTW-Brujula-digital
Brujula-Digital-BancoSol-Portada-1000x150px.-
Brujula-Digital-BancoSol-Portada-1000x150px.-
Atando cabos | 19/06/2025

Llallagua: los “chunchos” tardaron en llegar

Rodolfo Eróstegui
Rodolfo Eróstegui
Cuando pienso en mi niñez, recuerdo unas rocas gigantes cerca de mi casa que con el tiempo descubrí que no eran tanto así. Lo comprobé cuando volví después de 40 años a mi valle florido de Catavi. Así llamo con cariño a la localidad donde nací, apropiándome de la frase de Freddy Ontiveros.
En una oportunidad, teniendo cuatro o cinco años, me oculté entre esas rocas. Caminaba agachado intentando que las piedras, enormes para mí,  cubrieran todo mi cuerpo. Creo que no lo hacían. Me escondía de esa forma porque escuché decir a algunas personas que trabajaban en el campamento minero que los “indios” nos invadirían. 
Para mí los “indios” eran aquellos que usaban en la cabeza penachos de plumas, tenían flechas como armas y montaban a caballo. Les decíamos chunchos.  Me los imaginaba así por las películas de western que veía en el cine de Catavi; en formato cinemascope, estelarizadas por John Wayne, Gary Cooper, Glenn Ford, Gregory Peck o Burt Lancaster.
No me imaginaba que se referían a los comunarios, como los laymes, laime puraca, carachas, aymaya, panacachi, chayantacas, chullpas, sicoyas o a los jukumanis, que aún conservan su identidad cultural y social. Los que más destacan en el conflicto histórico que ahora cuento, fueron los del ayllu chulpas, que afirman que el territorio de Lallagua les pertenece. Pasados los años fui percibiendo que el verdadero conflicto entre los comunarios era la contaminación que provocaba la minería, que les impedía cosechar sus productos agrícolas, como la papa, quinua, haba, trigo, cebada.
El valle florido de Catavi pertenece al municipio de Llallagua que, junto a la mina Siglo XX, forman un conglomerado minero en el norte del departamento de Potosí. El año 2024 contaba con 41,571 habitantes y Catavi tenía 3.834 habitantes. Catavi nació a finales del siglo XIX como campamento minero del ingenio de tratamiento de minerales que le pertenecía a Pastor Sainz, quien vendió la infraestructura a la Compañía Estañífera de Llallagua. En 1924 se fusionó con la Empresa Minera La Salvadora de Simón Patiño, La Patiño Mines & Enterprises Consolidated Inc. Posteriormente, en 1952, fue nacionalizada y pasó a manos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol). 
Catavi, y por ende Llallagua, dieron a Bolivia no sólo minerales, sino  grandes personajes como Enrique Arnal, gran pintor; Miguel Alandia Pantoja, gran muralista; Domitila Barrios de Chungara, que encabezó la huelga de hambre contra el dictador Banzer; Ted Córdova, gran periodista. 
En el pasado, en Catavi, Llallagua y Siglo XX se produjeron masacres de trabajadores a manos del Ejército, como la diciembre de 1942 o la del 24 de junio de 1967.  Todos estos acontecimientos le dieron un perfil revolucionario a la población del conglomerado de centros mineros. 
Antes de venirme a vivir a Santa Cruz visitaba con cierta regularidad mi bella tierra. Pude comprobar que el perfil social de los lugareños había cambiado. La actividad de la Universidad Siglo XX le dio un toque diferente. Catavi se convirtió en una subalcaldía, lo mismo que Siglo XX. Muchos edificios, hoteles y un comercio informal inmenso. 
Las conversaciones con mis paisanos giraban en torno a temas y tareas que tenían ellos que realizar para la construcción del socialismo en el país. Esa era su vida, su objetivo.
En una de mis visitas visité la Waca Playa, donde ya no vendían únicamente ovejas, sino que también ofertaban autos (me imagino chutos) y motos de alta gama. Se notaba la presencia de muchos jóvenes, la mayoría pertenecientes a los ayllus, que no querían trabajar en las minas. Me comentaron que se dedicaban a traer los autos y las motos desde Chile. Al parecer, había un nexo muy fuerte con el tráfico de drogas. 
Los citadinos nunca pensaron que la Policía y el Ejercito los defenderían de los pobladores del ayllu chullpas, que los bloquearon por órdenes de Evo Morales. Los consideraban sus enemigos, pero cuando llegaron a salvarlos, luego de la muerte de cuatro policías, la población llallagueña se volcó a las calles a vitorear a los que en el pasado consideraba sus verdugos. Los “chunchos” tardaron en llegar y causaron zozobra, las rocas no pudieron proteger a los policías muertos. 
Rodolfo Eróstegui T. es experto en temas laborales.

BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
Alicorp-CosasRSE25-300x300
Alicorp-CosasRSE25-300x300