El Día Internacional de la Mujer y la Niña
en la Ciencia se celebra el 11 de febrero de cada año con el objetivo de
promover el acceso pleno y equitativo de las mujeres y las niñas en el ámbito
científico.
A nivel mundial, la participación de la mujer en la ciencia no llega ni al 40%, siendo en nuestra región de México hasta Argentina aún menor. Según la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología, en 2017 solo el 36% de los investigadores en ingeniería y tecnología eran mujeres, mientras que en la mayoría de los países de la región están sobrerrepresentadas en ciencias médicas, de la salud y sociales, dejando a un lado las ciencias puras, tecnología e ingenierías. Ya ni hablemos del área de matemáticas.
Es importante destacar que la celebración
de este día no solo busca reconocer el papel de las mujeres en la ciencia, sino
también inspirar a las niñas y jóvenes a seguir carreras en Ciencia,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Para
lograr esto, es necesario abordar los obstáculos que enfrentan las mujeres en
estas áreas, como los estereotipos negativos, la falta de modelos a seguir, el
entorno familiar y la falencia del sistema educativo estatal.
Definitivamente hay problemas mucho más puntuales en nuestro entorno, en donde la baja elección de estas carreras se da tanto en varones como en mujeres y es mucho más baja en áreas de provincia. Fue durante 2023, que en un esfuerzo por inspirar y motivar a jóvenes mujeres a considerar carreras en estas áreas, aprendimos que la realidad fuera de las ciudades es más dura de lo que imaginábamos.
En muchas familias, la idea de que estudien una carrera más compleja que enfermería, policía o profesora, les resulta un desperdicio de tiempo. En una localidad, la mayoría de jovencitas, encontraban que los varones eran los más adecuados para dichas carreras. ¿Qué es lo que genera esta autopercepción tan pobre de ellas mismas? Puede ir desde la familia hasta el mismo entorno escolar, incluidos profesores y demás personal.
Desde el trabajo que realizamos en Chicas Waskiris sabemos que muchas de estas adolescentes tienen un gran potencial de convertirse en brillantes investigadoras, líderes en tecnología y más. Pero en la medida que no se les abra ni una pestaña, seguirán dudando de sí mismas. Por otro lado, también vimos que los varones necesitan un empujón. Muchos de los que participaron en nuestro programa estaban agradecidos por la oportunidad de experimentar ramas nuevas para ellos.
El problema en Bolivia, si bien afecta a niñas y eventualmente a mujeres, los jóvenes fuera de las ciudades del eje troncal también necesitan una orientación. Para abordar estos problemas, es necesario un enfoque integral que involucre a gobiernos, instituciones educativas, empresas y la sociedad en general.
Es necesario aumentar la conciencia sobre las oportunidades de educación superior y carreras, ofrecer modelos a seguir y programas de mentoría para niñas y mujeres, especialmente aquellas de grupos minoritarios. También se deben diseñar cursos priorizando contenido de calidad y con actividades prácticas promoviendo que tomen el liderazgo en los proyectos, además de estimular la lectura y búsqueda de información.
Este año estaremos nuevamente realizando algunas actividades en torno a esta fecha. Desde OWSD Bolivia, las mujeres científicas han organizado ferias educativas en La Paz (16 de febrero), Cochabamba (11 y 15 de febrero), Sucre (16 de febrero) y Santa Cruz (17 de febrero). Los invitamos también a conocer a distintas científicas en un webinar que transmitiremos en el enlace del miércoles 14 al viernes 16. Creemos en el potencial de nuestras jóvenes bolivianas y continuaremos abriendo oportunidades para ellas.