La Paz BIOtec

Lograr una ciudad innovadora que incube emprendedores tecnológicos en distintos rubros, suena a un proyecto interesante pero con altos desafíos desde varios aspectos.

Hace un par de semanas se llevó a cabo el primer encuentro denominado La Paz Tec. Evento organizado por la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y el Laboratorio de Aceleración del PNUD en Bolivia. El objetivo de este taller fue construir un proyecto que promueve la reactivación económica impulsando el desarrollo del ecosistema innovador, creativo, tecnológico y emprendedor del municipio paceño.

Lo primero que llamó la atención fueron los colores de las distintas mesas de trabajo. Estos colores no fueron elegidos aleatoriamente. Se basaron en el enfoque de la economía de colores. Enfoque que se centra en agrupar distintas actividades con base en elementos comunes asociados a productos provenientes de diversas manifestaciones que van mucho más allá de un sector en específico. De hecho, en cada sector puede desarrollarse más de un color o incluso todos los colores.

Seguro ya escuchó de la economía verde o naranja, entre las más citadas. Beto Saavedra del PNUD introdujo en la presentación algunos escenarios que están generando en otros países para ser considerados en nuestras discusiones. Tecnología es más que solo una herramienta, y mencionó que también abarca el conocimiento, razonar, actividades como la manufactura o el turismo, todo orientado a un propósito en común para poder avanzar. Por ello, hubo 8 mesas con temas como gastronomía, artesanos, cultura, además de las de tecnología digital, ecoemprendimiento, comercio e industria.

A través de estos 8 sectores, los participantes compartieron y construyeron una visión conjunta para promover la innovación, tecnología, la creatividad y el emprendimiento en el municipio. Cada mesa discutió sus áreas tomando en cuenta 4 aspectos: Innovación a corto plazo, inspiración o misión, transformación/adaptación (para alcanzar la meta) y anticipar a los cambios para no improvisar.

Estas indicaciones de B. Saavedra concluyeron con 8 señales de futuros para la economía de colores que incluyen: artesanía phygital, comercio abierto y sostenible, turismo inteligente, producto metaverso bruto, industria antifrágil, nutrición personalizada, cultura como bien común y biología sintética.

Y acá viene la ventaja de ser parte del equipo iGEM Bolivia, pues la base para esta competencia es precisamente la biología sintética. Si bien mis pares en la mesa de ecoemprendimiento no comprenden a cabalidad el potencial de esta disciplina, aplaudo que se toque estos temas en este tipo de reuniones, pues en otros países ya se ha puesto énfasis en todo su potencial, más dentro de los modelos de bioeconomía.

Un ejemplo sencillo de lo que podríamos hacer con estas herramientas, que derivan de la biotecnología, son paneles bioluminiscentes. EnerGea es otro emprendimiento que fue parte de la mesa verde. Ellos realizan reuso de focos fluorescentes (de los más complejos de tirar a la basura) y los transforman en paneles de recubrimiento que pueden ser usados para cubrir una pared o un techo. Ahora, imagine que dentro de estos paneles pudiéramos tener máquinas de ingeniería genética que emiten luz. Sí, luz sin necesidad de conectarlas a una red de energía eléctrica y lograr que provean 5 o 10 años de bio-iluminación. ¿O por qué no cambiar las luminarias de El Prado por árboles bioluminiscentes?

Y nos quedaría excelente, poder contar con pequeñas plantas de tratamiento de aguas, zonales para dejar de cargar el sistema de agua potable. Quizás poder usar esta para riego de áreas verdes o similares. Eso sí, nos quedó claro que lo que aspiramos es que La Paz BIO Tec, sea una ciudad más amable, hub de talento para innovar y con apoyo al innovador y emprendedor. El desafío es para todos los que vivimos en esta ciudad y el cambio de mentalidad necesario para lograrlo.

Cecilia González Paredes M.Sc. 

Especialista en Agrobiotecnología