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08/07/2021
Filia Dei

La Bio-Revolución

Cecilia González Paredes
Cecilia González Paredes

El McKinsey Global Institute (MGI) publicó un informe de 200 páginas sobre el impacto de la biotecnología en la economía a nivel global, en mayo a principios de este año.

Desde su fundación en 1990, el MGI ha buscado desarrollar una comprensión más profunda de la evolución de la economía global. La misión de MGI es proporcionar a los líderes de los sectores comercial, público y social los hechos y conocimientos sobre los que basar las decisiones de gestión y políticas.

El informe describe el alcance y potencial de esta ola de innovación a través de la biotecnología y destaca los riesgos que deberán gestionarse. La elaboración del informe inicia antes de que el virus nos pusiera en afanes. La respuesta temprana a la Covid-19 ilustró los avances sustanciales en la biotecnología en los últimos años. La velocidad para secuenciar el genoma del virus, es prueba de lo que se describe en el informe.

Ya había mencionado, que secuenciar ADN ha bajado mucho de costo, y junto a la edición de genes o la bioinformática, se ha fomentado que haya más innovación. La comunidad científica sugiere que el 60% de los insumos físicos en la economía global podrían producirse biológicamente. Sin embargo, el 70% del impacto potencial depende de las actitudes sociales hacia las tecnologías y regulaciones de los gobiernos.

Hay innovaciones en cuatro áreas principales: biomoléculas (mapeo, medición e ingeniería de moléculas), biosistemas (ingeniería de células), biomáquinas (interfaz entre biología y máquinas), bioinformática (uso de células /moléculas como el ADN para la computación). Estas cuatro áreas forman parte de varias ramas de la biotecnología, como ser la agrobiotecnología.

La biotecnología es responsable de muchas innovaciones en este campo y hasta la fecha hemos estado inmersos en la primera etapa de esta innovación a través del uso de OGM en cultivos. La segunda etapa, la tenemos ya en expansión, a través de la edición genética, herramienta que está siendo adoptada por más países, debido a su mayor precisión y plasticidad.

Se espera que el impacto anual directo de la biotecnología en este sector sea de $800 mil millones a $1,2 mil millones durante los próximos 10 a 20 años. La aceptación de los consumidores será clave para el éxito de los alimentos editados genéticamente.

En cuanto a generar productos y servicios de consumo, la biotecnología permite personalizar muchos de estos, tomando como referencia el ADN de cada persona. En el área médica, los tratamientos ya no serán genéricos, pero serán mucho más específicos, al poder desarrollar medicamentos que no interfieran con la microbiota, lo que puede causar un desequilibrio para parte del funcionamiento de cada individuo. Es una esperanza, poder poner un alto a la resistencia microbiana, generada por el uso abusivo de antibióticos, muchas veces de la mano irresponsable del consumidor. El impacto anual esperado es de $200 mil millones a $800 mil millones.

En cuanto a la producción de energía, ya no hablamos de paneles solares o los armatostes de la energía eólica. Los procesos de fermentación mejorados aumentan la velocidad de producción y la calidad de los materiales. Además, se avanza en el sector energético con un mayor uso de biocombustibles y la mejora de la extracción y almacenamiento de energía.

Las regulaciones basadas en ciencia serán importantes para garantizar la seguridad. Por ello es pertinente contar con normativa que permita desarrollar ciencia y tener un monitoreo coherente. Las regulaciones nacionales no serán suficientes ya que la biología no conoce fronteras. Por ello, habrá que considerar los avances de los países vecinos, que ya empezaron a hablar el mismo lenguaje en cuanto a la normativa de OGM y edición genética. Bolivia, sigue al margen, al prevalecer en el país las opiniones sin sustento de varios grupos de activistas, que al parecer no se ponen al día.

Uno de los principales problemas es que la mayoría de los reguladores no son científicos y no pueden ajustar las regulaciones de acuerdo con los últimos desarrollos. El reporte también reconoce algunos obstáculos en temas de bioética y propiedad de información personal, como la del ADN de cada individuo. Lo cierto es que estas tecnologías se están adoptando en el mundo, mientras que en el país, llevamos cada año acumulando retraso en formar profesionales para estos desafíos y generar nuestra propia bio-innovación.

Cecilia González Paredes M.Sc.

Especialista en Agrobiotecnología



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