cerrar900x470 LA CASCADA S.A.900x470 LA CASCADA S.A.
POLLOS
POLLOS
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
La curva recta | 27/07/2025

Eligiendo a Samuel

Agustín Echalar
Agustín Echalar

Según informaciones de revistas especializadas, el señor Marcelo Claure es el hombre más rico de Bolivia, de lejos con relación a quienes pudieran seguirle. Y es un “self made man”, más allá de venir de una familia que se cuenta entre las privilegiadas de este país.

Su carrera inspira, en muchos, envidia y en otros, respeto. No basta la suerte para acumular una fortuna como la suya, y eso hace pensar que se trata de una mente privilegiada.  De ahí que su apoyo explícito e inequívoco a Samuel Doria Medina tiene un particular peso.

Influirá en algunos, no solo por el prestigio que lo rodea a partir de su historia empresarial, amén de su sitial en el mundo del futbol, que tampoco debe ser desmerecido. Será rechazado por muchos otros, por eso de la envidia, que también campea en nuestro país.

En estas justas electorales, en las que se juega un continuar a la deriva de la mano de algún candidato de izquierda (sí señores, el MAS, el evismo, arcismo, androniquismo y el evacopismo son izquierda) o retomar la sensatez económica, con un candidato de derecha (no necesariamente de extrema derecha), el tener, dos candidatos que se pelean los votos, tanto de la gente de derecha, como de quienes ya no quieren oír hablar del MAS (las colas para comprar gasolina o diésel, la inflación y la falta de dólares están llevando a la gente a la cordura) puede tener sus riesgos o puede, por lo menos, crear una cierta adrenalina en las próximas semanas.

Ahora bien, este es el momento en el que la balanza podría orientarse a uno de los dos candidatos de la derecha, vale decir los candidatos del libre mercado, y del rechazo de la injerencia del Estado en la generación de riqueza en el país. 

La diferencia entre ambos no es abismal, es solo de matices, y quien comulga con las ideas de uno, puede fácilmente comulgar con las ideas del otro. No olvidemos que el candidato a la vicepresidencia de Samuel, que es un lujo para Bolivia y de lejos el mejor candidato a ese cargo en estas justas, fue también ministro en la presidencia de Tuto Quiroga, en su corto periodo presidencial. Estoy seguro que algunos decidirán su voto deshojando una margarita: Tuto, Samuel, Tuto, Samuel, etcétera.

Si el oficialismo tuviera un candidato fuerte, Doria Medina y Quiroga estarían jugando con fuego, y los electores no masistas podríamos estar muy molestos con ellos. Pero parece ser que, como están las cosas, si ellos se disputan el primer y el segundo puesto, tendremos no solo un reencauce de la economía, sino también un retorno a una vida democrática, en la se pueda llegar a consensos o se pueda disentir. De seguro tendremos una dinámica parlamentaria mucho más fructífera que la que se tuvo en los últimos 20 años.

Lo que hace un año parecía un riesgo demasiado grande, vale decir, polarizar el voto opositor al MAS, a tres semanas de las elecciones parece ser un riesgo menor o existente; aunque ya tuvimos sorpresas muy grandes en cuanto a la gran popularidad del MAS en el pasado. Pero ahora estamos en una situación muy distinta a la del año 2005 o del 2020. El MAS no representa la esperanza, como lo fue en 2005, ni tiene un bagaje de popularidad, como en 2020, recordando los años de las vacas gordas.

En estas últimas semanas, lo que las dos tiendas electorales deben hacer –más que quitonearse los potenciales electores antimasistas con acusaciones mutuas– es trabajar para subrayar –dónde sea y cómo sea– una verdad que tiene que ser asimilada por todos: lo que estamos viviendo es responsabilidad del MAS, de ese MAS histórico cuyo presidente era Evo Morales, y cuyo Ministro de Economía fue Luis Arce.

Imagino, por ejemplo, que repartir folletos en los surtidores, con información respecto a los gastos verdaderamente absurdos que hizo el MAS, para que se ilustren y distraigan quienes se pasan horas haciendo fila por gasolina y diésel, no sería una mala idea.

Es posible, muy posible, que finalmente el MAS deje de verdad el poder. Desde el punto de vista de quienes sufren por una de las peores justicias del mundo, seguro será el más grande de los alivios. Lo dramático es que la caída de esa falsa utopía nos costará enormemente, y ya lo estamos pagando.

No votaré en estas justas, por lo que no tengo que decidirme por si quiero más a Tuto o a Samuel. No votaré por rechazo al sistema, sino porque, simplemente, estaré fuera de Bolivia por trabajo.  Es una pena que no se pueda votar por adelantado, como sucede en los países con democracias más perfectas.

Agustín Echalar es operador de turismo.



BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRUJULA-DIGITAL-BANER-PRINCIPAL-LATERAL--300X300px-
BRUJULA-DIGITAL-BANER-PRINCIPAL-LATERAL--300X300px-