Rodolfo Saldaña era profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés en los años 80. Se hablaba de él como de una leyenda pues había sido mencionado positivamente por el Che en su diario, el 20 de noviembre de 1966: “Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigotes a romper con todo”.
El año 2001 se publicó en inglés y español el libro Tierra Fértil, el Che Guevara y Bolivia. Tengo la versión inglesa, que se reclama un recuento de primera mano de Rodolfo Saldaña, con prólogo de Harry Villegas, alias Pombo, el guerrillero cubano. El libro contiene una entrevista a Saldaña, enlace urbano de la guerrilla y hombre de los cubanos, originalmente militante del PCB.
En el prólogo de dos páginas y como para definir rumbo, Pombo aduce que la “traición” de Mario Monje obligó a Saldaña a dejar el PCB y que eso cambió su vida. Con esa introducción llega la palabra de Saldaña, con fotos provistas por su pareja, Gladys Brizuela. Saldaña murió en La Habana el año 2000.
Como Mario Monje, Saldaña debutó en la política por simpatías por el Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR), en los años 40. En la entrevista revela distancia respecto del nacionalista Villarroel; opina que su gobierno “trató de sacar ventajas del conflicto interimperialista en la arena internacional”.
Para Saldaña, las condiciones revolucionarias estaban dadas en 1965 por la rebaja de salarios en las minas y el arresto de líderes sindicales. Siguiendo la línea cubana, para la cual la lucha sindical y callejera típica de Bolivia no era sinónimo de revolución, Saldaña apunta que “la participación del partido en esa amorfa (!) lucha de masas en las calles no era suficiente. Necesitábamos una estructura militar, sobre todo.”
Saldaña dice que en octubre de 1965 él llegó a La Habana, seguido de Coco Peredo. En noviembre o diciembre llegó Monje (este, luego de que terminara la conferencia de la Tricontinental en La Habana, se fue a Moscú y volvió a Cuba en enero de 1966 para recibir entrenamiento militar hasta mayo). En Cuba discutieron la necesidad de entrenamiento militar en una escala mayor. Según Saldaña, Monje primero se opuso, para luego tornarse entusiasta de esas ideas.
Saldaña confirma, empero, la tesis de Monje de que los entrenamientos no tenían como destino una guerrilla en Bolivia. Saldaña señala que, junto a Coco Peredo, Loro Vásquez, Ñato Méndez, como los primeros cuatro camaradas entrenados y de mayor confianza, iban a “hacer trabajo no específicamente destinado a Bolivia, pero más bien relacionado con la lucha en una escala continental”. Saldaña agrega que el liderazgo del PCB parecía jugar un doble juego con los jóvenes enrolados en la guerrilla: “sacarnos del camino, sin expulsarnos y dejando la posibilidad abierta de tomar crédito si teníamos éxito”.
Según Saldaña, en octubre de 1966 la dirigencia del PCB decidió no participar con el Che, pero eso no fue transmitido hasta la reunión entre el Che y Monje, el 31 de diciembre de 1966. Luego, en febrero de 1967, Jorge Kolle y Simón Reyes del PCB viajaron a Cuba y, de acuerdo a Saldaña, le echaron la culpa a Monje por la información incorrecta que había guiado al partido. Por fuentes cercanas a Reyes, sé que él tampoco estaba a favor del proyecto foquista del Che, sin estar de acuerdo con Monje. El PCB tenía posiciones encontradas y contradictorias, sostiene Saldaña.
El enlace urbano del Che alega también que Cuba no abandonó al Che, como para calmar los rumores. También confirma que la guerrilla analizó desplegarse en tres sectores de “colonizadores” (los “interculturales” de hoy), por ser “las partes del campo más desarrolladas políticamente”. Esas tres zonas fueron el Chapare (con aire profético), Caranavi y el norte cruceño. Saldaña reconoce que “el área en que la guerrilla fue obligada (?) a operar” era muy “despoblada, aislada y sin desarrollo político”. Así, esta fuente próxima a los cubanos da pistas de las causas del fracaso de la guerrilla y de los disensos reales entre sus actores, no de las “traiciones” atribuidas.
Gonzalo Mendieta Romero es abogado.