El costo de cinco celulares de diputados pueden salvar la vida de una persona

Los últimos días hemos sido testigos de un comunicado donde se anuncia la entrega de celulares a los legisladores de la Cámara Baja, los mismos son de alta gama, con un costo de más o menos 4.600 bolivianos; la explicación del presidente de la cámara mencionada justifica el hecho describiéndolo como un comodato que será devuelto y que cada año se hace ese tipo de entregas.

Hace dos meses, un paciente como muchos otros, internado en un hospital público de la ciudad de La Paz, espera la colocación de un marcapasos; las gestiones para hacer el procedimiento y los profesionales expertos en el tema estamos al pie del cañón, pero falta algo indispensable, el marcapasos.

El marcapasos es un aparato que estimula al corazón para que su sistema de conducción transmita los impulsos eléctricos perdidos por alguna enfermedad; le devuelva el funcionamiento a ese órgno y con ello mejora el estado de salud de pacientes, que sin ese aparato no pueden trabajar, hacer otras actividades ni tener una vida normal.

Esta persona a la que estamos ayudando, que es un joven albañil, necesita ese marcapasos, que cuesta 21.000 bolivianos. Y mientras tanto, el precio de cinco celulares de diputados le salvarían la vida a esa persona.

El contraste de vidas, tiempos e ingresos es evidente para muchos que están enfermos, pero que con alguna cirugía o procedimiento podrían recuperar su vida normal. Mientras tanto se hacen gastos insulsos en un país donde no es fácil conseguir dólares, por lo tanto la importación de medicamentos e insumos médicos cada vez es más difícil en términos burocráticos y económicos; donde hay autos, choferes y pasajes de avión disponibles para legisladores, pero es muy complicado el traslado de pacientes con enfermedades y estados de salud complejos desde una ciudad a otra; un país donde el 85% de las personas se sustenta en el sector informal y por lo tanto no cuenta con un seguro de salud con reales coberturas; un país donde se tienen aun problemas con la tuberculosis y hasta casos de enfermedades relacionadas a la desnutrición y a la mortalidad maternoinfantil con números alarmantes; y con una alerta epidemiológica recién anunciada de casos de sarampión (esto último vinculado a los antivacunas), hecho que también se relaciona al nivel educativo y de desarrollo de los países.

Como digo, con el precio de cinco celulares se puede salvar la vida de una persona que necesita un marcapasos. Los síntomas que se relacionan a enfermedades que requieren ese aparato son: mareos, desmayos y, en casos peores, accidentes vasculares que comprometen el cerebro y pueden producir secuelas como dejar de hablar o no mover partes del cuerpo en casos de embolias; las causas son varias, siendo las principales la enfermedad de Chagas, males degenerativos o trastornos sistémicos que comprometen el sistema eléctrico del corazón (sí, amigos lectores, el corazón tiene electricidad, por si no lo sabían).

Es todo, estoy indignada, que devuelvan esos celulares y el dinero se use para gente que necesita tratar temas de salud y no tiene la posibilidad de hacerlo; en este caso concreto, la vida de una persona puede ser salvada haciendo que cinco de los celulares entregados sean devueltos y se adquiera un marcapasos.

Cecilia Vargas Vásquez es médica y docente universitaria.