Esta semana revisamos los obstáculos de la biotecnología en Bolivia como parte de un módulo que imparto. Con ello recordé que aunque no existe una política específica para desarrollar esta disciplina, es posible identificar algunos desafíos y oportunidades en el campo de la biotecnología en el país.
En primer lugar, la falta de un marco normativo favorable para la investigación y desarrollo en biotecnología dificulta la implementación de proyectos y la colaboración entre diferentes actores del sector. La falta de políticas públicas claras y coherentes en esta área puede generar incertidumbre y dificultar la obtención de financiamiento y recursos para proyectos de biotecnología.
En segundo lugar, la biotecnología en Bolivia también enfrenta desafíos relacionados con la innovación y la transferencia de tecnologías. La implementación de políticas públicas que fomenten la innovación y la transferencia de tecnologías en el sector de la biotecnología es crucial para mejorar la competitividad de las empresas y la generación de empleo en el país.
Es necesario abordar los problemas de comunicación y difusión de la información relacionada con la biotecnología. La falta de un enfoque integral, que debería ya enseñarse desde la educación básica, y una comunicación efectiva dificulta la comprensión y la aplicación de los avances científicos y tecnológicos en este campo.
La falta de desarrollo de la biotecnología en Bolivia puede tener varias desventajas y pérdidas para el país. Esta área de la ciencia, puede ser una herramienta importante para mejorar la productividad y la competitividad de la agricultura y la industria, lo que podría generar mayores ingresos y empleos. Además, puede contribuir a mejorar la salud humana y animal, así como a reducir la pobreza y el hambre. La falta de desarrollo de la biotecnología puede limitar la capacidad de Bolivia para aprovechar las oportunidades que ofrece esta disciplina y para competir con otros países que sí están invirtiendo en ella.
Para que el gobierno boliviano tenga más interés en desarrollar la biotecnología, es necesario que se desarrollen capacidades en este campo. Esto incluye la formación y capacitación de recursos humanos, la creación de políticas públicas claras y coherentes en el área de la biotecnología, y la promoción de la innovación y la transferencia de tecnologías.
Al respecto, el 2024 el país contará con más de 3 universidades que imparten nuevas carreras en el área de la biotecnología. Bolivia llega unos 20 años atrasada, pero ya por fin tomó interés. Nuevos profesionales en estas áreas enfrentarán el desafío laboral, ya que no contamos con centros de investigación y tampoco con el suficiente presupuesto para emplear más investigadores. El campo para lanzar startups en esta disciplina, tampoco es favorable. Tenemos el potencial entre nuestros jóvenes, pero se deben ya generar oportunidades laborales.
También hay temas de índole administrativo en el país, que no consideran aspectos como el de aduanas. Muchos insumos para estas carreras son genes, plásmidos o enzimas, que hasta pueden llegar como donaciones. El problema es que la aduana no entiende qué es y su adecuado manejo. Finalmente, aún tenemos un grupo opositor, que continuará argumentando en contra y rechazará la evidencia de las bondades de la biotecnología para un país como Bolivia.
En este contexto, es urgente que el gobierno boliviano establezca políticas públicas claras y coherentes en el área de la biotecnología, para facilitar la investigación, el desarrollo y la implementación de proyectos en este campo, y así contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de la población.