El 2021, Sri Lanka adopta una
medida popular con los activistas ambientales. La transición total a un modelo
de producción orgánica. Hace un par de semanas, los agricultores en Holanda
entraron en protestas muy sonadas por una prohibición del uso de fertilizantes
nitrogenados.
El 2021, luego de que Sri Lanka adoptara una medida de alto riesgo al prohibir la importación de todo fertilizante químico y plaguicidas, no faltaron los aplausos y felicitaciones por activistas ambientales, destacando el de Vandana Shiva que no sólo felicitó la decisión, pero también fue parte del grupo internacional que aconsejó y promovió la mala estrategia.
Hoy saltan muchos activistas con una muletilla que manejan los socialistas/comunistas muy seguido: “no fue aplicado como debía ser”. Nos la pasan diciendo que lo de Cuba, Venezuela, Nicaragua etc., es porque el modelo no se aplicó de manera adecuada. Ahora se dirá lo mismo, que si el modelo de producción orgánica fue mal aplicado, que fue de golpe, que no hubo una transición pausada y añada cualquier otra excusa. De hecho la activista Shiva, que sigue cobrando sus 40 mil dólares por charla y a la que una crisis como la de Sri Lanka no le afecta, mencionó que nada tiene que ver esa medida con la crisis económica de ese país.
El reportero de BloombergTV David Ingles, publicó en mayo de este año un cuadro mostrando el índice de miseria para Sri Lanka en los últimos años. La abrupta subida de este índice inicia a mediados del 2021, cuando la desatinada medida “orgánica” llevaba ya unos 3 meses en implementación. Sobre el perjuicio que ocasionó a los productores este cambio de modelos, hablé ya también el año pasado aquí.
Uno pensaría que hay lecciones aprendidas. Pero en Holanda decidieron el pasado 28 de junio reducir las emisiones de CO2, a través de la reducción de fertilizantes nitrogenados. Siguiendo el libreto “farm to fork” parte del Pacto Verde adoptado por la Unión Europea, el gobierno holandés tiene como objetivo reducir las emisiones de nitrógeno en un 50% para 2030 y por lo tanto también se debe reducir el ganado.
Holanda es el mayor exportador de alimentos en Europa y luego de hablar con un experto que trabajó décadas en mejorar los cultivos de tomate, frutilla y manejo de fertilizantes, entendí que los productores son conscientes del problema con el nitrógeno (que era mucho mayor en la década de los 80) y por ello están trabajando en distintos caminos para reducir su desperdicio e incluso trabajar con bioinsumos que generen menos contaminación. Pero todo ello no se logra en un tiempo tan corto como el estipulado por los políticos.
El gobierno se centra en reducir el ganado y comprar granjas y no prestar suficiente atención a la innovación y otras alternativas. Por su parte los ambientalistas dicen que ahora es el momento de actuar. El director de Greenpeace en Holanda indicó: “Ahora son necesarias elecciones dolorosas”.
Así como Vandana Shiva aplaudió el error en Sri Lanka, los ambientalistas en Holanda parecen no importarles lo que suceda a los productores agrícolas o la escasez de alimentos que todo esto ha provocado. En la mira siguen Alemania, Francia y otros países que deberán alcanzar metas ideológicas hasta el 2030.
Las crisis seguirán desatándose en la medida que se siga atacando la producción de alimentos y continúe el constante rechazo a implementar ciencia y tecnología para lograr mejores rendimientos, menos contaminación y garantizar un precio accesible.
¿Aprenderemos o seguiremos dependiendo de tomadores de decisión y políticas con sustento en ideologías verdes?
Cecilia González Paredes M.Sc. Especialista en Agrobiotecnología