La Academia no pudo alcanzar esta temporada ningún objetivo deportivo que se había propuesto. El cierre, además, fue el peor al caer por goleada como local ante Nacional, que le arrebató en el último partido la Copa Bolivia.
Brújula Digital, Premium|22|12|25|
La clasificación como segundo, directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026, es lo único rescatable, en materia de resultados, que le queda a Bolívar en el año de su Centenario.
La Academia fracasó en todo lo que se propuso alcanzar esta temporada, en la que celebró sus 100 años de vida institucional (12 de abril, 1925-2025).
Campeón en 2024, Bolívar aspiraba a ser “bi” en 2025. Solo le alcanzó para ser “sub” en la Liga detrás de Always Ready, el monarca boliviano este año.
El equipo de Flavio Robatto no tuvo una buena Copa Libertadores de América. Terminó tercero en su grupo. Al menos no fue último y pudo saltar a la Sudamericana.
En la Sudamericana se había pintado bien entre el repechaje y los octavos de final, pero en cuartos se topó con el brasileño Atlético Mineiro y hasta ahí llegó. El equipo que eliminó a Bolívar fue a la larga el campeón.
El triste final
La Academia buscaba ganar el premio consuelo para no quedarse sin trofeo en su Centenario. La Copa Bolivia parecía al alcance de sus manos.
Robatto y compañía dieron el primer golpe en la final de ida jugada el sábado. El resultado (0-2) con dos goles de diferencia a favor ponía a Bolívar en el umbral del éxito. Ese día era casi campeón.
Este lunes, en la revancha, tuvo un triste final: Nacional Potosí no solo se tomó la revancha de lo que pasó en la ida, sino que acabó goleando (1-4) y dando la vuelta olímpica en las narices de los bolivaristas.
No fue una derrota cualquiera de Bolívar: por una parte, fue la primera vez que Nacional le ganó en La Paz; por otra, perder por goleada en casa le dejó una mancha difícil de limpiar.
El vigésimo partido, el de la vencida
Hasta la final de ida jugada el sábado en el estadio Víctor Agustín Ugarte de la Villa Imperial, Bolívar tenía una racha importante de partidos seguidos sin perder, entre los disputados por la Copa Bolivia y la Liga: 19 en total, de ellos 17 triunfos y solo 2 empates.
Varios de esos encuentros habían sido llevados a gran nivel por los jugadores dirigidos por Robatto. Hubo incluso goleadas importantes.
Ni el DT ni el más pesimista de los bolivaristas iba a pensar la forma cómo acabaría esa racha: en el vigésimo juego, Nacional Potosí llegó a La Paz y superó a la Academia.
Fue inesperada derrota y perdida de un campeonato. Doloroso final.
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