Cultivos in vitro y biotecnología de verdad

Hace un par de semanas no pude evitar esbozar una sonrisa por una noticia que leí al paso. “Gobierno destaca el uso de la biotecnología para el aumento de la producción de tubérculos y hortalizas”. Ironía, porque hay una reticencia muy marcada para aplicar biotecnología en serio en Bolivia como una política pública.

Con gran pompa, la nota informaba que el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras declaraba que la “biotecnología ya se está aplicando en la producción de la papa”. Uno continúa leyendo la nota esperando (falsamente) hallar que por fin se deciden a utilizar la biotecnología en todo su pleno potencial y de pronto ¡la decepción!

Para mejorar la producción se sigue utilizando una técnica de hace 40 años. La gran revolución bio-tecnológica, con la cual se supone que pasaremos de 7 toneladas por hectárea de cultivo de papa a 17. En otro punto la nota señala la promesa de exportar. Argentina, que es un país con menos variedades que el nuestro, logra una producción de 30 a 35 toneladas por hectárea y esto sin aplicar a pleno la biotecnología.

Argentina, además de superarnos en creces con la producción de papa, apostó hace más de 20 años por emplear biotecnología en todo su potencial. Tienen carreras universitarias con más de 30 años, que ya no sacan biotecnólogos generales, pero con formación especializada para el agro, medicina, industria y alimentos. Además de impulsar distintas líneas de investigación en centros de investigación estatales, han permitido que el sector privado también desarrolle muchas áreas con biotecnología.

Empresas como Bioceres, Mychroma, Bioheuris, entre otras, son parte de las más de 100 empresas biotecnológicas que desarrollan distintas ramas de esta disciplina. Y ni hablar de Brasil, que si bien el 2016 apenas tenía 151 empresas, el 2021 ya reportaba más de 500 empresas biotecnológicas.

De hecho, Brasil tiene el instituto de investigación con fondos estatales más impresionante del continente en temas de investigación agronómica. EMBRAPA es una empresa pública brasileña dedicada a la investigación en agricultura y ganadería. Su trabajo se enfoca en el desarrollo de tecnologías y soluciones sostenibles para mejorar la productividad y la calidad de los productos agropecuarios en Brasil.

EMBRAPA también trabaja en la preservación del medio ambiente y la promoción de la seguridad alimentaria. Esta  institución utiliza la biotecnología para desarrollar variedades de plantas y animales resistentes a enfermedades y adaptados a las condiciones climáticas de Brasil, con el objetivo de mejorar la producción agropecuaria del país. Su investigación se realiza en colaboración con universidades y otras instituciones de investigación en todo el mundo.

Estos dos países sí empezaron usando técnicas como el cultivo in vitro, pero progresivamente fueron empleando más tecnología en distintos niveles, al punto de que hoy, conocen y manejan la edición genética para desarrollar cultivos mejor adaptados a las necesidades de cada región.

Esto sucede cuando existe una planificación por parte de profesionales preparados y con conocimiento de la realidad en campo. Teniendo tanto potencial desarrollar el área de biotecnología y acá seguimos con autoridades que piensan que la fiebre aftosa en bovinos ya no requiere de vacunación. ¿Cuándo tendremos un cambio de verdad?

Cecilia González Paredes M.Sc. 

Especialista en Agrobiotecnología