Coraje y sabiduría, virtudes deseadas pontificalmente a Milei

Dos virtudes resaltadas por el Papa Francisco que le habrían sido mencionadas en conversación telefónica sostenida entre el Vaticano y Buenos Aires, con tono de consejo, a Javier Milei, son, que tenga coraje y sabiduría. Milei habría contestado que ya tiene coraje y que está trabajando en alcanzar la sabiduría. Después de los episodios que ambos protagonizaron en referencias mutuamente agresivas, el diálogo telefónico es un notorio avance en sabiduría diplomática.

A la vez, Milei ha tenido que bajar el tono amenazador de sus participaciones desde que perdió en la primera vuelta y muestra una gran adaptación a la necesidad de pragmatismo que su nueva investidura le exige, aunque recién la ejercerá a partir del 10 de diciembre. La clara victoria de Milei, cuya ventaja casi alcanza a 12% sobre su rival, Sergio Massa, me sorprendió. Pensé que había un similar grado de insensatez al del pueblo boliviano y que los argentinos acabarían por elegir al malo conocido.

Y no es que Milei sea lo mejor que le pasa a la Argentina, pero ese pueblo ya tuvo demasiada catástrofe peronista impregnada de corrupción, prebendalismo y un manejo económico desastroso. La inflación anual a octubre alcanzó el 142,7% y  la deuda del sector público supera los 419 mil millones de dólares.

La insolvencia estatal supone un continuo avance del endeudamiento con la emisión de bonos de corto plazo (denominados leliq, por letras de liquidez). Estas operaciones se renuevan semanalmente con nuevas emisiones y  su valor total supera los 23 billones de pesos, o aproximadamente un equivalente de 23 mil millones de dólares blue (más del 11% del PIB). Ofrecen ya una tasa de interés del 148%; equivalente a dos billones de pesos al mes. Operaciones estas que se realizan con emisión monetaria (en el mercado secundario) para comprar y pagar intereses de las leliqs vencidas. Milei, en su primera entrevista con redes de televisión, declaró que es vital desarmar esta bomba de tiempo.

La inflación, consecuentemente, avanza imparable. Es una ola gigantesca que no ha dejado de crecer frente a una producción nacional estancada y una tasa de desempleo que no sede con un grupo de más de ocho millones de argentinos que han abandonado el mercado laboral por la escasez de oportunidades de empleo.

Según datos del Indec, difundidos por La Nación, la pobreza afecta a cerca de la mitad de su población, con un 9,8% de indigencia, o sea, 4,3 millones de personas. Lo más llamativo de estas cifras son sus implicaciones presentes y futuras porque incorpora a 57% de menores de 17 años y, de los cuales, un 16% se encuentra en la indigencia.

Una desesperada situación que ha llevado al pueblo argentino a escoger una radical posición que ofrece dolarizar la economía como una forma de frenar la inflación. Esto no ocurrirá el 11 de diciembre sino que es un prolongado proceso que tomará al menos un par de años. Período que incluye también la reducción a su mínima expresión del Banco Central. Medidas que, además, conducirán a una hiperinflación que afectará más al ya desaventajado y creciente número de pobres. Una creciente demanda de dólares, que ya se desató, deberá ser respondida con los dólares que Milei espera conseguir con la venta de la deuda en leliqs a fondos de inversión internacionales. También estos dólares le servirán para disminuir la abultada deuda con el FMI.

Milei ha demostrado tener valentía desde que empezó a denunciar a la casta, a los “empresaurios” (sic) y a dirigentes sindicales; todos enriquecidos por las prebendas que el kirchnerismo les repartió. Debe moderar sus irascibles reacciones públicas por una sabiduría que, con un tono hasta ingenuo, aceptó que todavía no posee y que es vital la madure aceleradamente.

Milei ofrece un plan “liberal-libertario” radical. Esto significa que intentará reducir el tamaño del aparato burocrático estatal, lo que supone un aumento del desempleo. En paralelo espera que la economía privada reaccione lo suficiente como para aumentar la producción, y consecuentemente crear empleos. Como en otras ocasiones ha sucedido en los dos primeros años de gestión presidencial, la oposición en el Congreso puede darle la oportunidad de llevar adelante su plataforma. Sin embargo, tendrá que enfrentar el fuerte e inevitable rechazo de los movimientos sociales y el kirchnerismo que saldrá a las calles.

Frente a eso la sabiduría puede ser superada por el coraje que ha mostrado con duras expresiones en la persona de Milei y se debe esperar que no se torne en respuestas autoritarias.