¿Recuerda la clase más divertida que tuvo en primaria? En México, un curso de sexto ha tenido dos semanas memorables junto a su creativo profesor.
De los pocos verdaderos influencers que uno se encuentra en la red, el profesor Sergio Aguilera es un maestro mexicano que enseña a niños de sexto de primaria en una escuela en el estado de Chihuahua, mediante clases dinámicas y entretenidas. Capturó la atención de muchos cuando decidió subir a las redes los videos que muestran la implementación de una de sus mejores creaciones.
La adopción de bebés huevos trajo consigo una organización muy completa, que incluyó la creación de material didáctico para las distintas etapas de implementación del juego-aprendizaje de dos semanas de duración. El material generado se encuentra a la venta en una página que reúne el trabajo de otros profesores y que puede ser adquirida por un módico precio. Me refiero a los diseños, porque ya cada uno debe realizar su impresión.
Desde solicitudes de empleo, hojas para calcular el gasto, cuadros en miniatura, material para montar una tienda, cartillas de nacimiento, tarjetas de vacunación y hasta etiquetas para productos, contiene el paquete que armó este profesor para esta actividad. Sin embargo, durante el desarrollo de la misma, encontró que algunas estudiantes que tuvieron pérdidas de su bebé huevo, y ya no querían realizar otra adopción, calificaban para administrar un banco.
Las pequeñas estudiantes tuvieron una capacitación para el manejo de cuentas y el creativo profesor hasta diseñó las tarjetas de débito con colores personalizados, además de considerar que las niñas son fanáticas de un grupo de música coreana, por lo que el banco se llamó Black Bank.
La actividad cuenta con una planificación de gastos que implica desde la adopción de los bebés huevos hasta los posibles trabajos que podrían acceder para cobrar sueldos. Para ello, el ingenioso profesor propuso desde aprender el lenguaje de señas hasta desarrollar sus emprendimientos, previa revisión y aprobación. Se abrieron emprendimientos de mantas para bebés huevos, funeraria y servicios de guarderías.
Algunas clases contaban con actividades que requerían algunos cálculos matemáticos, por lo que no se puede calificar esta experiencia como una pérdida de tiempo. Al contrario, es importante que los niños aprendan que muchos procesos matemáticos se aplican de manera directa o indirecta. Últimamente, veo un “chiste” repetitivo en las redes y es sobre la expectativa de utilizar el cálculo de los binomios cuadrados perfectos en la vida. Sí, hasta yo muchas veces me preguntaba en colegio en qué emplearía esos cálculos.
Lamentablemente, muchos profesores no están formados para transmitir o adaptar los contenidos a ejemplos reales. Hoy, con mucho aprendido y vivido, sí puedo darme cuenta que las operaciones matemáticas me han ayudado en el razonamiento para distintos procesos. Pero me faltó un profe Serge que tuviera esa habilidad de mostrarme cómo se aplican muchas de estas lecciones teóricas en la vida real.
La actividad con los huevos adoptados terminó con los estudiantes aprendiendo sobre impuestos, calculando los montos sobre los sueldos y ventas realizadas.
Muchos de los espectadores comentaron que con más de 25 años aún no entienden qué es esto de pagar impuestos y cómo se calcula. ¡Clases con propósito!
No queda más que felicitar a este profesor y esperar que otros se contagien para armar clases funcionales mucho más útiles para los niños que las clases de memoria y mecanizadas que abundan hasta en Bolivia.
Cecilia González Paredes, M.Sc., especialista en Agrobiotecnología.