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Política | 31/05/2022

Lola: la nueva cepa de políticos bolivianos

Lola: la nueva cepa de políticos bolivianos

Lola Terrazas: la concejala que quiere poner la política al servicio de la gente

Mercedes Fernández/Cabildeo Digital |31|05|22|

Lola Terrazas se enfrentó a los devaneos de la política y asumió la vicepresidencia del Concejo Municipal de Santa Cruz con el respaldo de nueve de los 11 votos del legislativo edil, incluidos los de sus opositores políticos.

En pocas horas, aplacó las críticas de dos de sus colegas de bancada que, en una bullada sesión, el pasado 17 de mayo le negaron el respaldo y la denunciaron de “traición” a la línea de Comunidad Ciudadana (Comunidad Autonómica, C-A, a nivel municipal).

Durante un año, reclamó que tras haber obtenido la mayor votación en concejales en las elecciones municipales a C-A le correspondía la Presidencia y una Secretaría, y se alineó a la Acción de Amparo Constitucional para que se les restituya ese derecho.  Sin embargo, cuando el Tribunal Constitucional negó la tutela a los concejales de C-A y favoreció a UCS, aceptó ser nombrada a la Vicepresidencia del Concejo Municipal.

Para poner fin a un año de acefalía en la Vicepresidencia del Concejo, Terrazas explicó a Cabildeo Digital que votó por ella misma, “por mi capacidad y por el compromiso con la gente”, dejó en claro que su decisión fue consultada en los niveles de dirección de su partido y anunció una gestión transparente, propositiva y fiscalizadora desde ese órgano de poder legislativo municipal.

Los juegos de la política, de espaldas a la gente

En la sesión del Concejo Municipal que eligió a Lola Terrazas en medio de altercados, fue señalada como “traidora” por dos de sus compañeros de partido que además aseguraron que cedió ante la oposición por unas cuantas pegas.

Retrucó a sus detractores y advirtió que no es ingenua y que no le están metiendo los dedos a la boca.  Dejó en claro que siempre estuvo en la línea de su bancada y trabajando por los objetivos comunes que se plantearon los concejales de su partido y que, aunque no pidió permiso para su decisión, comunicó al jefe de su partido, Carlos Mesa, que contaba con los votos suficientes para asumir el cargo.

De los 11 concejales, cuatro de UCS, el partido del alcalde Jhony Fernández, dos del MAS, uno de Demócratas y dos de los cuatro de Comunidad Ciudadana le dieron su voto de confianza.

Terrazas argumentó que un año de acefalia en la vicepresidencia afectó la operatividad y eficiencia del Concejo Municipal que, casi paralizado, no logra hasta ahora fiscalizar y legislar como dice la ley que es su obligación.

Los últimos años la administración del municipio cruceño, debido a la ausencia de Percy Fernández por motivos de salud, quedó en manos de Angélica Sosa recluida hoy en Palmasola acusada de corrupción y fue notoria la falta de independencia entre el legislativo y ejecutivo. Fue un periodo sin rumbo y corrupción, habiendo una concentración del poder por lo que no hubo control ni fiscalización. 

Para Terrazas son motivos suficientes para intentar un cambio de timón. “La gestión pasada estuvo de tumbo en tumbo, lejos de las reales necesidades de los vecinos y de beneficios para unos pocos, de corrupción e ineficiencia, sin fiscalización, No podemos seguir así. Necesitamos operativizar y decidir sobre las políticas en la gestión municipal desde el concejo que descabezado no puede continuar”. Insistió que no quiere ser una concejala que pase sin pena ni gloria y con los bolsillos llenos. Quiere marcar la diferencia.

Una trayectoria intachable

Comunidad Ciudadana respaldó su designación y destacó la “trayectoria política intachable” de Lola Terrazas que ingresó a las lides partidarias el 2018, fue candidata a diputada en las elecciones frustradas por el fraude en 2019 y también fue postulada como candidata a la primera senaduría en los comicios generales de 2020. 

Lola Terrazas es hija de migrantes que llegaron a Santa Cruz en los años 70 desde la provincia Gualberto Villarroel de La Paz. Nació en la comunidad de Villa Blanca, Núcleo 9 de San Julián. Vivió y creció en San Ramón, junto a 8 hermanos.  Cosechó limones y mandarinas, creció entre la cultura aymara, quechua, chiquitana y guaraya, y no teme decir que si su decisión fue equivocada perderá en la cancha y no sentada en su curul, sin haber intentado construir un mejor municipio. 

Defendió sus ideas con firmeza y refirió que su fortaleza es producto de las batallas cotidianas que libró como mujer divorciada, obligada por las circunstancias a asumir los roles de padre y madre para sus tres hijas.   

"Cada mujer lleva una maleta más pesada que la otra”, dijo, y añadió que es su obligación impulsar iniciativas que alivien a las mujeres de la enorme carga que representa la cadena de cuidados, por ejemplo, impulsando guarderías para el cuidado de sus hijos e hijas.

“Tenemos que ponernos a la altura de las necesidades de la gente”, repitió, y dijo que espera que quienes apoyaron su elección acompañen sus iniciativas.  En su criterio, sus actos reflejarán la justeza de su decisión. Aseguró que está libre de compromisos por pegas o beneficios personales o corporativos.

Recordó que su campaña para ser concejal la hizo en los confines de los barrios cruceños, con mucho sacrificio, palpando la ciudad de los anillos en sus extremos. “Para mí, ser concejal es un trabajo de tiempo completo, quiero ser eficiente y demostrar que la política debe incidir en el cotidiano de la gente. Es frustrante como se ha manejado el poder municipal y cuan abandonados están los vecinos. En los barrios hay pobreza, inseguridad, robos, secuestros, desnutrición. Ni siquiera hay medicamentos del seguro universal, hay violencia familiar, abandono de menores”, subrayó. 

Repitió que hace falta el enfoque social, humano e integral en la gestión municipal y que desde el concejo es una obligación contribuir a que se construya otra ciudad de Santa Cruz porque “cuando hubo bonanza, se invirtió millones en cemento, pero se descuidó la humanidad de sus habitantes”.

Una gestión para tiempos de crisis

Lola Terrazas, no ha cambiado de oficina, no ha sumado asesores, tampoco hasta el momento de la entrevista, había hecho uso de la movilidad del Concejo. Consciente que vive en una sociedad machista y patriarcal, dejó en claro que es una mujer que desde muy joven tuvo la capacidad de leer la realidad social y entender las lógicas de la dinámica política.

Participó en la Asamblea Constituyente para cambiar la Carta Magna junto a los pueblos de Tierras Bajas, militó por los derechos de los pueblos indígenas y fue protagonista en el proyecto de alfabetización que emprendió el gobierno cuando aún era estudiante. 

En la actualidad tiene 38 años y tres profesiones.  En su criterio, su ingreso en la política, muestra que el sistema político cruceño no sólo alberga a las élites sociales, logias, fraternidades, corporaciones o familias, pero subrayó que “persiste la indignación ante una forma de política que se viste de mentiras y que carece de sensibilidad social”.

En una de las paredes de su despacho cuelga una pizarra donde anota las acciones a seguir y cambios a proponer.  Ahí se leen las conclusiones del rastrillaje en el Plan Tres Mil, un distrito poblado con más de 200 mil habitantes y altos niveles de inseguridad, con miedo a los secuestros y elevados índices de violencia intrafamiliar. Un 72% vive violencia sexual.

“Hay que hacer políticas para cambiar. El municipio de Santa Cruz tiene 11 Distritos municipales y en cada uno hay tareas pendientes”, dijo, y reflexionó que para muchas familias no es fácil lidiar con los desafíos de la gran ciudad. Trajo a su memoria a sus padres que perdió en un accidente y recordó que “sin mamá, papá, tíos, batallé sola en la ciudad y tuve que armarme de carácter”.

¿Cómo se blinda Lola Terraza ante la indecencia, la corrupción, la ineficiencia, y el machismo?

Venzo el miedo, trabajo para no tener miedo. Lo primero es que te meten miedo, te amedrentan. Hay un sistema que amedrenta. No hay compromisos sociales colectivos y algunos están muy cómodos. Yo no tengo cola de paja y cuido mi nombre porque tengo tres hijas y un hermano menor de la que soy responsable.  Estoy consciente que vivo en una sociedad   machista y patriarcal, creen que uno no se da cuenta, que nos dejamos usar, y nos quieren "ningunear". A mí no me engañan, yo soy mujer y leo el escenario político y la realidad. Las mujeres pensamos y decidimos.

¿Qué falla en el sistema?

Hay muchos servidores públicos sin meritocracia en los cargos, dispuestos a repetir las mañas de siempre. No se asume que esto es un trabajo, que nos pagan para que trabajemos. A los concejales no nos hacen marcar hora de entrada y salida, estamos liberados de ese control, pero por eso mismo debe haber conciencia.

La gente acierta en alto porcentaje, cuando dice que los políticos están bien y el vecino mal y que todos somos lo mismo y que no hacemos nada. Debemos informar y transparentar la gestión pública. Nos falta creer en nuestra fuerza como pueblo. Ser protagonistas.

Ahora las redes sociales sirven mucho porque nos acorralan con las denuncias que se hacen públicas y debemos saber que los delitos no prescriben, no tendríamos que esperar que nos descubran.

BD



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