cerrarBrujula-Bicentenario La CascadaBrujula-Bicentenario La Cascada
POLLOS
POLLOS
1000 X 155 animación
1000 X 155 animación
La curva recta | 24/08/2025

Y despertamos sin el MAS en el horizonte

Agustín Echalar
Agustín Echalar

Las sorpresas respecto a los resultados electorales no son una novedad en nuestro país. Sucedió en 2005 y en 2020. Esta vez, el ganador de la jornada, Rodrigo Paz, había sido ignorado porque, posiblemente, los formadores de opinión se ocuparon de los dos contrincantes con mayores posibilidades, y dejaron de lado al portador del carisma Pazzamoriano, que había logrado una alianza que no solo ayudaba a restar apoyos al MAS, sino al capitán cochabambino.

Estamos ante una nueva coyuntura en la que, en principio, nos podemos alegrar enormemente. Nos hemos deshecho del MAS, un partido profundamente degradado, cuyo mal estaba en sus orígenes. Fundado alrededor de la reivindicación de la producción de materia prima para hacer cocaína, no podía tener un futuro mejor.

Pero todo fue peor gracias al apoyo masivo de un electorado que le dio no solo facilidades para gobernar, sino que le permitió monopolizar el poder, al extremo de estar en condiciones de abusar completamente de éste. Lo del MAS fue abuso de poder en su máxima expresión y, precisamente, por eso es que dejó de ser una opción democrática.

Pero señores hemos despertado de la pesadilla y el monstruo ya no está allí, lo que queda es un electorado que se fascinó con la propuesta y la propaganda de éste, pero que ante la brutal subida del costo de vida (con relación al boliviano) y ante las inmensas colas para cargar combustible finalmente se desencantó.

Es una gran oportunidad para la derecha (moderada y no extrema) del señor Quiroga, pero debemos coincidir en que no es solo por la propaganda masista que buena parte de los bolivianos sean de izquierda (aunque no son necesariamente comunistas o socialistas extremos).

De lo que se trata hoy es de crear un espacio en el que pueda triunfar el entendimiento antes que la confrontación.

Creo que el triunfo de cualquiera de los dos candidatos en la segunda vuelta no debería hacer que los bolivianos nos rasguemos las vestiduras. Creo que, como buenos seres humanos, ambos son un atadillo de defectos y de virtudes.

También creo que, si se logra una alianza para las cosas grandes entre las tres fuerzas más representadas en el Parlamento, se abrirá la puerta, por ejemplo, para reformar la justicia y solucionar uno de los principales problemas del país.

Creo que también se puede lograr acuerdos parlamentarios para hacer que el país pueda ser gobernado y logre salir de la crisis heredada por el MAS. Todo depende de la madurez de los lideres, y del compromiso y honestidad de los parlamentarios.

Los candidatos a la vicepresidencia de ambas fórmulas tienen sus serios bemoles. Uno no es tan sexy como cree serlo. El otro se ha pasado de bravucón (y eso, en un mundo que tiene que aguantar a un Bukele, no es detalle menor), aunque es posible que ese comportamiento le agrade a buena parte del electorado que le dio el triunfo a su fórmula.

Recordemos que los bolivianos tenemos un chip autoritario y que, además, ansiamos que le sienten la mano al funcionario público corrupto. No en vano María Galindo es tan popular.  Y aunque sería una maravilla tener un vicepresidente del calibre de José Luis Lupo, lo cierto es que el cargo de vicepresidente es, ante todo, aquel que está allí cuando el Presidente le deja estar. En circunstancias normales, los presidentes terminan su mandato y los vicepresidentes solo están allí, como un importante repuesto en caso necesario.

El protagonismo que tuvo García Linera en el gobierno de Morales tuvo que ver con las extremas falencias intelectuales del primer mandatario. Por favor, no comparen a Morales con Paz o con Quiroga.

El vicepresidente tiene el rol que le da el Presidente y absolutamente nada más. Si pudiera gravitar en el Parlamento, el actual Parlamento hubiera apoyado a Arce cuando lo necesitaba tan desesperadamente.

Esta nueva temporada electoral debería estar marcada por tratar de mostrar al electorado quién es el mejor de los dos candidatos, no quién es el peor. Esperemos que los terraplanistas de ambos espectros sean neutralizados.

Bolivia tiene la gran oportunidad de reencontrarse con una democracia plena y de profundizarla, esperemos que los actores estén a la altura de las circunstancias.

Agustín Echalar es operador de turismo.



BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
200
200