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Sin letra chica | 30/07/2023

Sí, podemos estar peor

Carlos federico Valverde Bravo
Carlos federico Valverde Bravo

Diez toneladas de cocaína, aun con las disculpas del gobierno de Paraguay, no dejan de ser diez toneladas de cocaína; no dejan factura ni constancia de país de fabricación ni de salida, pero Bolivia es el primer sospechoso; después, podés entrar a la idea del país de paso, aunque esa actividad es complementaria al narcotráfico, es parte del todo. Pero vamos a considerar lo siguiente: Bolivia es el centro de Sudamérica. Si se va a enviar cocaína o pasta base a Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile, ¿por dónde se va a pasar para llegar? Es lógico pensar y concluir que, con controles tan “laxos” en el “país de contactos”, el paso y la logística se da en y por Bolivia.

 ¡En el caso de Paraguay, fueron 10 toneladas! En el narcovuelo de BOA, fue media tonelada o podemos hablar de las 15 que encontraron antes en Europa, en varios envíos, descubiertas e investigadas por la Europol con policías de Brasil y Paraguay; a nuestros policías o a nuestro gobierno no los tomaron en cuenta; por algo será, ¿no?

Quedemos entonces en que si no se fabrica, se pasa por acá. Es que enviar cocaína desde Colombia y el VRAEM de Perú, colindante con Pando y una parte de La Paz, es usar necesariamente el territorio nacional boliviano como el paso obligado o “liberado”; sea por aire o por tierra. De eso se habla cuando uno se refiere a la red de facilitación, ahí tiene que haber narcos encargados del paso y policías que miran para otro lado; si los policías no quieren, esa droga no pasa, pero no siempre los policías no quieren, la prueba está en que nos enteramos de lo ocurrido cuando esto ya se hizo por el camino más directo, sea por aire o tierra, hasta pudiéramos decir por agua, aunque ahí la posibilidad se reduce un tanto.

Es un hecho, alguien se encarga de facilitar el tránsito, son kilómetros de territorio por los que se mueve cocaína por aire o tierra; el oriente boliviano está lleno de pistas clandestinas, aunque son visibles por internet. No hay chance de hacer vuelos directos, de manera que tiene que haber una estructura organizada para la protección de esa droga.

No hay cómo despejar dudas acerca de este país también produce cocaína y no desde que está Luis Arce en el gobierno, como pretende hacer creer el discurso del “evismo”, porque en Chapare se produce coca que no va a los mercados legales y, como dijo Freddy Machaca, dirigente del distrito 2 de Yapacaní, a El Deber, el año 2012: “Mientras haya harina, va a haber pan y mientras haya coca, va a haber cocaína; quien tiene que controlar esto es el gobierno”; Bolivia tiene todos los menesteres: productores de hoja excedentaria, de pasta base, de cocaína cristalizada y hasta de cocaína líquida (ver “Coca, territorio, Poder y Cocaína”, Carlos Valverde) y, también país facilitador, (eso es ser de paso); ahora estamos considerados como “consumidores” de esta droga y sus subproductos (las cifras son preocupantes en este sentido).

Ocasionalmente nos enteramos de avionetas que caen o son detenidas en territorios de Perú, Paraguay o Argentina, algunos pilotos mueren; en su mayoría muy jóvenes, en otros casos “desaparecen” y nadie denuncia; ni siquiera se atreven a declararlos desaparecidos, esos hechos muestran que el narcotráfico avanza con cada vez más fuerza; los aviones pequeños entran y salen del territorio nacional permanentemente, las autoridades ignoran esos hechos, así lo ha reconocido el ministro Montaño en los medios hace un par de días; nadie se enteró de nada, salvo del avión que terminó caído en Argentina, que había salido a Paraguay y fue detectado, detenido, precintado y desprecintado en tiempo récord, para venir a Santa Cruz y terminar “volcado” en un camino vecinal en el citado país. El Estado boliviano no se entera de mucho, salvo por las noticias, casi siempre con fechas atrasadas. Esa es la realidad.

Si esa avioneta no hubiera caído en Argentina es claro que, aun con todos los trámites que demandó su salida clandestina a Paraguay, no se hubiera hecho nada, porque todo parece ser parte del sistema de protección que, reitero, no es exclusivo del gobierno de Arce; el gobierno de Evo Morales tiene varios jefes de la FELCN detenidos por protección al narcotráfico en EEUU y otros extraditables, de manera que los discursos de ida y vuelta y, las conferencias de prensa siempre van a quedar chicas; se incauta poco proporcionalmente a lo que sale, las fábricas casi siempre están vacías y muy rara vez se encuentra los peces gordos.

Eso sin contar que el operativo de Valle Sacta, denunciado por el Cnel. Yerko Terán, quedó en nada… y cuando el viceministro que, de acuerdo a Terán dio la orden de “exfiltrar el lugar ya citado”, se pasa contándonos el éxito de un par de operativos locales. En Chile incautan un camión con dos toneladas de cocaína que va desde Bolivia y en Argentina nos cuentan de otro cargamento de varios cientos de kilos y, entonces, volvemos a la realidad: se acaba la excusa de lugar de paso, de que no producimos, se termina la idea del prejuicio o anticipación de los extranjeros, etc.

Es claro que peor podemos estar… porque no es solo el tema de la cocaína sino que también debemos ver el caso del fallo de la CAN sobre el precio diferenciado para nacionales y extranjeros del diésel. Vaya uno a saber los argumentos bolivianos para haber perdido una vez más en una controversia legal en cortes o estrados internacionales. Lo aberrante y vergonzoso es ver que los connacionales salen a quejarse de un juez “traidor” que falla en base a la ley y no a intereses particulares, como debe ser. Es inmoral que la gente exija que un juez boliviano falle en un Estrado multinacional en favor del país si todos los argumentos del demandante indiquen lo contrario; al fin, ¿qué queremos? ¿Que se cumplan los acuerdos los pactos o la reglamentación o que se actúe “beneficiando” a alguien (el país) aunque todo indique lo contrario?

Lo peor es escuchar “que ese señor es un juez de la expresidenta Añez”, cuando tuvieron dos años y medio para cambiarlo si no confiaban en él… por eso me pregunto si podemos entender, entonces, que podemos estar peor, porque así se dejan las cosas.

 Y el tema de los yuanes que el gobierno da por hecho que es definitivo que la gente se volcará a esa moneda, cuando debiéramos advertirle que no todos nos tragamos el cuento: si vas a pagar a China, tal vez lo hagás en yuanes, si encontrás esa moneda y podés comprarla con bolivianos (¿acepta China los bolivianos como moneda de compra?) pero no nos vengan a decir que vamos a usar yuanes para comprar en Brasil, o en Europa o EEUU. Por favor ministro… ¡un poco de cordura intelectual!

En fin, dicen que bajó el riesgo país, pero igual estamos mal, somos el cuarto de mayor riesgo en la medición; el quinto tiene números que doblan los nuestros, aunque se ha visto una manifestación de sentido común en el poder: Arce accedió a hablar con la empresa privada cruceña, eso es bueno porque, aunque sólo haya sido una conversación, puede sentar las bases para avanzar en la solución a la crisis que sigue siendo crisis.

Y la otra buena noticia: hay cientos de hectáreas de quinua tropicalizada que en esta primera siembra va a dar 1,5 TM, superando los 500 o 600 kilos de la que se da en el altiplano; la idea es llegar a las cuatro toneladas para 2030. Puede ser bueno, es iniciativa privada, solo falta que EMAPA no se meta y salimos bien.

Pero podemos estar peor, “damos pa más”, dice Julico.

Carlos Valverde es periodista y analista político.



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