Un porcentaje importante de nuestros compatriotas no han decidido todavía por quién votar. Me animaría a decir que saben por quién no votar, pero la disyuntiva está ahora entre dos buenos candidatos.
Creo que muchos no votarán por ningún candidato del MAS, o que se desprenda de ese partido. Los gobiernos del MAS han sido simplemente desastrosos y el inventario de sus errores y tropelías es muy grande. No vale la pena repetir lo que muchos analistas y opinadores ya lo han dicho. Con todo, se ha de rescatar de los gobiernos del MAS los avances en inclusión, en la reducción de la desigual distribución del ingreso y en la dotación al país de buenas carreteras, y de una buena infraestructura física para escuelas y colegios.
En la conferencia de Harvard de fines de mayo pasado, Eva Copa, que ya no es candidata, lo hizo mejor que muchos políticos de mayor trayectoria. Aunque fui invitado, no asistí a la conferencia de Harvard por razones personales, pero seguí el desarrollo por Zoom.
En todas las elecciones a las que se presentó Samuel Doria Medina voté por él. Creo que ahora está llevando a cabo una buena campaña y, por lo que sé, aunque no conozco todos los detalles, tiene un buen programa de gobierno. La elección de José Luis Lupo como candidato a la vicepresidencia es muy acertada. Lupo está entre los mejores economistas del país y ha jugado en las ligas mayores de economistas latinoamericanos.
Samuel era mi segunda mejor opción (“second best”), como dicen en su jerga los economistas. Mi primera era Amparo Ballivián, que yo encontraba que tenía las ideas más claras y que las hacía conocer con gran maestría y coraje. Coincidía también con su visión del mundo: centro derecha en economía y centro izquierda en el campo social. Una pena que no tuviera más apoyo en las encuestas y de los otros políticos de similar tendencia. Pero, “c’est la vie”.
No desconozco la inteligencia excepcional de Tuto ni su coraje al haber denunciado desde un principio los atropellos del MAS. Creo que también tiene el mejor asesor económico de todos los que están en estas lides, Ramiro Cavero. En el Diálogo Técnico de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas con los responsables económicos de las candidaturas presidenciales, fue quien más se destacó.
A Tuto se le puede criticar su alejamiento –con un pretexto– del Bloque de Unidad, la extraña elección de su candidato a la vicepresidencia y las todavía más extrañas alianzas con los más conservadores de estas latitudes, como Branko Marinkovic y sus amigos de la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC), que reúne a la crema y nata de lo más reaccionario del planeta. Hay que reconocer, empero, que Tuto tuvo el tino de no asistir a la última reunión de la CPAC a la que había sido invitado.
Samuel es un hombre de apertura. Escucha con atención las distintas opiniones y las toma en cuenta. Es también un hábil negociador. Es un destacado empresario, pero desde muy joven se ha preparado también para la función pública. No solo que fue un buen ministro de Planificación y Coordinación, sino que ha patrocinado laboratorios de ideas (think tanks) sobre el estado de la economía y política del país, a cuyas reuniones asistía regularmente.
Samuel es social-demócrata, que no es algo que haya que criticar, más al contrario. Desde otro ángulo, lo critican por el apoyo que ha recibido de Marcelo Claure, a quien no conozco personalmente. Ese apoyo es un punto a favor y puede ser crucial para interesar en el país a inversionistas extranjeros de buena reputación. Tenemos que dejar de lado el ultranacionalismo de los recursos naturales, que es el pastel de crema de los masistas.
Cualquiera sea el resultado de las elecciones, Samuel y Tuto tendrán que colaborar en la Asamblea Legislativa. Hay cambios importantes, a la vez que urgentes, que tienen que hacerse en nuestra legislación, sin desconocer que las medidas de estabilización más inmediatas serán responsabilidad del Poder Ejecutivo. La cooperación en la Asamblea Legislativa será también importante para evitar desgastantes fiscalizaciones e interpelaciones.
No es difícil deducir de las líneas anteriores que mi voto será por Samuel.
Juan Antonio Morales es PhD en economía y fue presidente del Banco Central de Bolivia.