El término “intelectual orgánico” fue introducido por el filósofo marxista Antonio Gramsci. Según Gramsci, un “intelectual orgánico” es un pensador comprometido políticamente y socialmente, su labor está estrechamente ligada a las luchas y aspiraciones de los grupos sociales con los que se identifica y a los que representa en la arena política y cultural.
Sin embargo, la mayoría de los análisis de esos intelectuales, ligados al MAS, sobre la situación política, económica y social de Bolivia carecen de una reflexión precisa y objetiva; sus conjeturas no son más que mentiras piadosas, generalmente, producto de la falta de independencia, el sesgo ideológico, la falta de pluralismo, la manipulación de la opinión pública, la falta de autocrítica, el estancamiento intelectual y la falta de innovación.
En el marco de la pugna interna que socava al MAS, el propósito de la presente columna consiste en destacar algunas mentiras descaradas proferidas por los "intelectuales orgánicos" de la facción evista.
En Radio Centenario (23 agosto, 2023), vía telefónica, Hernán Salinas sostuvo una entrevista con Juan Ramón Quintana, uno de los prominentes eruditos del ala evista. En aquella ocasión, entre otros reproches, el “intelectual orgánico” acusó al gobierno de Luis Arce de conducir Bolivia hacia un “proceso de derechización del proceso de cambio”. Sin duda, esta recriminación tiene un sesgo ideológico, vincular a Arce con las corrientes ideológicas reaccionarias y retrógradas del país. Los hechos empíricos demuestran lo contrario: Luis Arce encarceló a los supuestos representantes de esas corrientes, Janine Añez y Fernando Camacho; en cambio, a fin de lograr la reelección de Andrónico Rodríguez como presidente del senado, los evistas recientemente firmaron un acuerdo de nueve puntos con los “derechistas” de CC (Comunidad Ciudadana) y Creemos. Así, las mentiras de Quintana están orientadas a manipular a la opinión pública e inclinarla a favor de la corriente evista.
El exministro de Gobierno, Carlos Romero, cumpliendo la función de otro “intelectual orgánico” de la facción evista advirtió a los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que una posible inhabilitación de la candidatura de Evo Morales para las elecciones del 2025, “puede causar un terremoto político y una movilización descomunal especialmente de los sectores populares” (ERBOL, 23 septiembre 2023).
Esta conjetura de supuesto fatal desenlace simplemente revela el estancamiento intelectual de Romero que ignora algunas consideraciones como las siguientes: primero, la inhabilitación de Morales es un tema que no incumbe a la mayoría de los bolivianos, es sólo asunto de una fracción de militantes masistas (la otra mitad con seguridad festejaría la inhabilitación); segundo, la capacidad de movilización de la corriente evista es nula; prueba de esta afirmación es que, después del congreso de la CSUTCB fue suspendido el bloqueo de caminos convocado para el lunes 4 de septiembre (La Razón, 2 septiembre 2023); y, tercero, el ampliado del MAS evista, celebrado el lunes 6 de noviembre, definió tomar los tribunales electorales departamentales en protesta contra la decisión del Tribunal Supremo Electoral de anular el Congreso de Lauca Ñ; las tomas fracasaron, no se efectivizaron como estaba previsto.
Finalmente, la exministra Teresa Morales, en el noticiero de Abya Yala TV (22 octubre 2023), a propósito de los reiterados ataques en contra de Evo Morales, sostuvo: “Cuanto más atacan a Evo, más lo fortalecen y más crece. Esto sucedió, por ejemplo, cuando poco antes de las elecciones de 2002, el exembajador de los Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, decía que ‘votar por Evo Morales ponía en riesgo la ayuda de Washington’, con estos ataques el líder masista crece más”.
Esta aseveración es producto de la falta de autocrítica de la señora Morales, esto le impide observar que los contextos son completamente distintos: en 2002, la ofensiva provenía de un agente externo, enemigo natural de los movimientos sociales a los que representa Evo Morales, en el presente las agresiones proceden de una facción de su propio partido; ayer, cuando los partidos tradicionales estaban en decadencia, Morales se constituía en una verdadera opción de futuro; hoy, después de 14 años de Gobierno autoritario, ineficiente y corrupto, Morales Ayma no es lo que era.
Así, intentamos reflejar algunas mentiras, falsas aseveraciones con propósitos manipuladores, proferidas por los intelectuales orgánicos del ala evista del MAS; sin embargo, las bases masistas y la ciudadanía en general parecen decirle a Luis Arce: “Hola”; en cambio, a Evo Morales: “Chau”.
Eduardo Leaño es sociólogo.