Evo Morales está bloqueando los caminos de Bolivia para obtener impunidad en los juicios por estupro y trata que se abrieron este año en contra del pedófilo del Chapare. Es falso que defienda los intereses del país o de la democracia boliviana; simple y llanamente, Morales busca impunidad. Estuvo acostumbrado a ella durante sus años de gobierno, amparado por el aparato estatal, entre ellos Luis Arce, quien se ocupó de ocultar muchos delitos del expresidente.
Pero la historia de impunidad del Jefazo data de muchos años. Su exnovia Margarita Terán, dirigente cocalera del Chapare y narcotraficante, estuvo involucrada, junto con otros chapareños, en el asesinato de un policía. No fue juzgada; su delito quedó en la impunidad por la protección de Morales. Este también la protegió de las investigaciones sobre narcotráfico; otra vez, impunidad.
Los desfalcos del Fondo de Desarrollo Indígena, que se usaron para cooptar prebendalmente a las dirigencias campesinas, quedaron en la impunidad por la protección del Jefazo. Su régimen llevó a la cárcel, a la tortura mediante 256 procesos y a la muerte a Marco Aramayo, quien se atrevió a denunciar esos desfalcos. Ese asesinato, porque sí lo fue, quedó en la impunidad.
El expresidente de la Administradora Boliviana de Caminos, José María Bakovic, fue sometido a varios juicios y traslados incesantes entre La Paz y Santa Cruz, lo que acabó con su vida; ese crimen ha quedado en la impunidad bajo el gobierno de Morales.
Otro tanto ocurrió con el encarcelamiento de Fernando Kieffer, quien no tuvo juicio justo y murió sin ver la libertad. Todo esto fue posible gracias a la impunidad con la cual actuaba Morales y su gobierno.
¿En qué quedó el negociado de las barcazas chinas? En nada; ese negociado fue amparado por Morales, quien dio impunidad a los autores.
Morales dijo tener un hijo con Gabriela Zapata y juró que lo mantenía, que le pasaba pensiones sagradamente, lo cual fue ratificado por Álvaro García Linera, quien afirmaba que el Jefazo era un padre responsable.
Sin embargo, luego el propio Morales negó haber tenido ese hijo, y ese delito también quedó en la impunidad. Gabriela Zapata, por ser pareja de Morales, también gozó de impunidad; se benefició de un inmenso tráfico de influencias para ganar cantidades de dinero desmesuradas actuando en favor de la empresa china CAMCE, de la cual era gerente comercial.
Evo Morales dio la orden para las ejecuciones extrajudiciales producidas en el Hotel Las Américas. Su gobierno, con ayuda de Venezuela y Cuba, montó el caso separatismo. Dicho montaje y los asesinatos, de los cuales Morales fue responsable, quedaron en la impunidad.
El Jefazo es responsable del incremento de los negocios del narcotráfico en Bolivia; usó y usa al Chapare como un lugar donde no hay Estado, lo que ha incrementado la presencia de carteles extranjeros de la droga. Este atentado contra el país también ha quedado en la impunidad.
En 2019, Evo Morales fue responsable de un fraude electoral monumental. Usó al Tribunal Supremo Electoral a su antojo y falseó los resultados de la votación. Ese delito ha quedado en la impunidad, y más aún: el cobarde que huyó a México generó la narrativa del golpe de Estado.
Morales alentó los bloqueos ese año y ordenó que no entraran alimentos a las ciudades; ese delito de lesa humanidad también ha quedado en la impunidad.
Junto a Arce gastó mil millones de dólares para la explotación de litio usando una tecnología que no sirve; ese delito contra la economía boliviana ha quedado en la impunidad.
El depravado y pedófilo ha mancillado a muchas niñas, muchas de ellas entregadas por sus propios padres en el Chapare para ganar favores políticos de Morales. Actualmente enfrenta juicio por estupro y trata, pero otra vez quiere quedar en la impunidad; por eso bloquea los caminos de Bolivia.
Morales y la gente que lo defiende son simplemente inmorales.