La batalla por el control de la sigla del MAS IPSP fue ganada por Evo Morales toda vez que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) autorizó la realización del Congreso de este partido en la localidad del Chapare de Lauca Ñ. Esta decisión nace de contar con el delegado oficial ante el TSE por parte del ala evista.
La fracción de Evo Morales organizará el congreso, definirá quienes serán los delegados titulares y como corolario, el dirigente cocalero será proclamando como candidato a la presidencia y cabeza del partido azul.
Ya con anterioridad, una diputada del MAS del sector arcista interpuso una acción de inconstitucionalidad abstracta contra varios artículos del estatuto del MAS, pero el Tribunal Constitucional Plurinacional únicamente aceptó analizar y pronunciarse sobre el carácter de dirigente “nato” de Evo Morales, que en términos prácticos es enunciativo y no podrá detener la ola de respaldo masista que recibirá el dirigente cocalero al saberse que tiene el control la organización.
Durante estos meses, la “chequera” de Luis Arce fue un poderoso imán que atrajo a las cúpulas de las organizaciones sociales masistas y que tuvo como cúspide la disputa del control de la dirección de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia CSUTCB, después de repetirse lo hecho con interculturales, juntas de vecinos y otras instancias sindicales. Tener el control o dividir a los integrantes del Pacto de Unidad le venía muy bien a Luis Arce, porque ganaba terreno cada día, pensando en cambiar la correlación de fuerzas y terminar derrotando a Evo Morales.
El TSE ha entregado el partido a las manos del sector radical, con lo cual ha llevado al proyecto político de Luis Arce a “tocar fondo”. Si el sector de los llamados “renovadores” ha perdido la batalla por controlar los destinos del MAS IPSP de forma orgánica en un congreso acompañado por el TSE, ¿qué sentido político-corporativo tendría tener el control total o parcial de los movimientos sociales azules?
Para que Luis Arce no “toque fondo” tendría que tener un proyecto político nuevo o alternativo al MAS, algo muy difícil de lograr y más cuando estás verdaderamente en el fondo de la vida política. Pero alguien me cuestionará: “¿estar en el gobierno es sinónimo de estar liquidado políticamente?”. Y podría responder que Jeanine Añez, pese a estar en sus últimos meses de gobierno, también estaba en el fondo de la vida política y sin instrumento político alguno.
Si Luis Arce pierde contra Evo Morales no podrá hacer una conversión hacia otro proyecto, porque Luis Arce es ya en sí mismo un cadáver político al admitir que Bolivia se quedó sin gas, es decir, afirmar “que las reservas de gas ‘han ido cayendo hasta tocar fondo’” es la mayor aceptación de su fracaso como ministro de Economía y Presidente.
A estas alturas del calendario político, buscar una nueva sigla que abogue por Luis Arce equivale a que su gobierno derrote al narcotráfico, que es parte consustancial del actual Estado y sus instituciones policiales, por ejemplo.
La acumulación de sindicatos, federaciones, confederaciones, Pacto de Unidad, etc. en manos de Luis Arce es ficticia y sin materialización política efectiva. Por el contrario, el triunfo de Evo Morales en el “corazón del cartel Chapare” le dará una renovada vitalidad a sus huestes radicales para lanzarse el 4 de septiembre a un bloqueo de caminos, que en el fondo, no será para tomar la sede de la CSUTCB sino para desplegar una demostración de su fuerza, donde campesinos, interculturales y municipios controlados por el ala de Evo Morales moverán piedras, tierra, palos y troncos en las carreteras de Bolivia reivindicando al ganador de este tinku político interno que está teniendo el MAS
Ninguna CSUTCB, por más dividida que se encuentre, ingresará a un PS1, UCS, Tercer Sistema u otra denominación para hacer campaña electoral para la reelección de Luis Arce.
¿En qué se parece Luis Arce a Jeanine Añez? En que el primero terminará su gobierno sin partido político propio, como Añez. En que no podrá candidatear Arce como tampoco lo hizo Añez para su re elección al estar huérfano políticamente. Y finalmente es muy probable que Arce tampoco llegue a tener ningún diputado ni senador en el siguiente Parlamento, como no lo tiene Añez hoy en día, con lo cual “verdaderamente tocara fondo”.