Uno de los pocos
datos disponibles sobre este tipo de afecciones, indica que 7 de 10 bolivianos
viven con gastritis. ¿Es usted uno de ellos?
La gastritis es una condición que afecta el revestimiento del estómago y puede causar inflamación, dolor abdominal, acidez estomacal, náuseas y otros síntomas relacionados con la digestión. En Bolivia, al igual que en otros países, la gastritis es una enfermedad común.
Para Bolivia, existen cuatro causas más comunes que provocan este tipo de malestares en el boliviano promedio. La primera es una infección por la bacteria Helicobacter pylori: Esta bacteria, se transmite a través de alimentos y agua contaminados, y puede infectar el revestimiento del estómago, causando inflamación y daño.
Una segunda causa es el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, que pueden irritar el revestimiento del estómago y aumentar el riesgo de desarrollar gastritis. La tercera causa es un mal muy conocido y extendido: consumo excesivo y prolongado de alcohol, que puede dañar el revestimiento del estómago y aumentar el riesgo de desarrollar gastritis.
Finalmente el estrés crónico y una mala alimentación pueden contribuir al desarrollo de la gastritis. Los síntomas típicos de la gastritis incluyen dolor abdominal, sensación de ardor en el estómago, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. Sin embargo, los síntomas pueden variar de una persona a otra.
Pero lo que más me alucina, es la cantidad de personas que viven normalmente con gastritis y no logran cambiar ni los hábitos alimenticios ni buscan una verdadera solución. De hecho, me causó sorpresa e hilaridad, que en un supermercado de la ciudad, donde hay unos días de ofertas 2x1, la gente se galopa por: galletas, papitas, tortillitas de piqueo, embutidos, chocolates importados, comida instantánea y demás alimentos que distancian de ser saludables por mucho.
Exceso de grasas y carbohidratos. Eso predomina en los carritos de compra, más aún en estos días de oferta. Las bolsas de compra en los mercados tradicionales, varía un poco nada más. Muy poca verdura y la opción en frutas, se limita a 2 o 3 de las más conocidas.
Y en toda esta confusión, existe un medicamento que es conocido de este tipo de pacientes crónicos: los antiácidos. Los antiácidos funcionan neutralizando el ácido estomacal, lo que puede alterar el equilibrio ácido-base del cuerpo. Si se interfiere demasiado con la producción de ácido estomacal, puede haber una disminución excesiva del pH en el estómago, lo que a su vez puede afectar la absorción de nutrientes y la digestión adecuada de los alimentos.
Todos estos cambios y alteraciones en la mucosa gástrica, pueden a la larga traer problemas mayores. Úlceras, que son lesiones en la mucosa que pueden causar dolor abdominal, sangrado y otros síntomas relacionados. Reflujo gastroesofágico, una condición en la cual el ácido estomacal y otros contenidos gástricos se devuelven hacia el esófago, causando síntomas como acidez estomacal, regurgitación y dolor en el pecho. Anemia por deficiencia de vitamina B12 y hasta cáncer de estómago.
Si usted ya se convenció que mantener ese mal estilo de vida no es lo más adecuado para su salud, en hora buena. Pero si aún piensa que mantener una gastritis crónica no es algo que temer, le convendría estar ahorrando para el desfile de medicamentos que quizás tenga que cubrir además de los malestares que deberá afrontar, cuando pudo haber aplicado cambios en su estilo de vida en general para prevenir y curar definitivamente esta afección.
Cecilia González Paredes M.Sc.
Especialista en Agrobiotecnología