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29/08/2024
Atando cabos

Espejismos de las políticas de empleo

Rodolfo Eróstegui
Rodolfo Eróstegui

Desde hace muchos años la solución al empleo no es el resultado de las políticas públicas de inserción laboral que promovió el Estado, muchas de ellas denominadas “Mi primer empleo” o el resultado de la intermediación/capacitación que promovió el Servicio Público de Empleo. Es el resultado del cansancio de las personas de buscar empleo y que después de un largo paro, decidieron iniciar su emprendimiento muchas de ellas vinculadas a la gastronomía (pensiones, anaqueles de hamburguesas, etc.), alimentación, comercio, o a la industria. Es todo el universo que se conoce como economía informal.

El concepto de empleo decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el mismo que es un objetivo que deben buscar los países, se refiere básicamente a que todas las personas tengan oportunidades para realizar una actividad productiva que aporte un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias; que ofrezca mejores perspectivas de desarrollo personal y favorezca la integración social, esto se diferencia notablemente con el concepto que la misma organización internacional tiene sobre el empleo informal, que no lo plantea como objetivo, y que se sintetiza en que este trabajo no está sujeto a la legislación nacional, no cumple con el pago de impuestos, no tiene cobertura de protección social, y carece de prestaciones relacionadas con el empleo. Nuestra Constitución plantea que se debe buscar un empleo digno (decente), mas, sin embargo, los resultados nos señalan que estamos lejos de alcanzar este objetivo. El empleo decente en términos relativos se reduce y el informal crece.

El Gobierno nos muestra tasas de desempleo bajas, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) considera que el año 2023 esta era de 3,6%. Con base en esta cifra nos dice que todo está bien en el mercado de trabajo, es algo parecido al discurso de que hay diésel y sin embargo los camioneros tienen que hacer varios días de colas en las gasolineras. Por la información que proporciona el Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), que señala que solo el 15% de los ocupados tiene un empleo decente y que el grueso de las personas (el 85%) están ocupadas trabajando en la economía informal. Si nosotros consideramos que el empleo informal el año 2005 era aproximadamente de 65% y ahora estamos en 85% deducimos que el empleo en este sector creció en 19 años un 20%. Casi un punto porcentual por año. Podemos afirmar que la mayoría de los trabajadores que se incorporaron al mercado de trabajo consiguieron un empleo precario respecto a las personas que estuvieron en esa situación a principios del siglo.

Si bien el Gobierno central y algunos municipios durante este tiempo implementaron sendos programas de empleabilidad debemos reconocer que el empleo creado es por esfuerzo propio de las personas. Es más, ese empleo se consiguió a pesar de los esfuerzos estatales por desmotivar a que las personas se empleen en la informalidad con inspecciones en las pequeñas factorías, no dejando vender en las calles si no está afiliadas a un gremio, etc.

La discriminación en el mercado de trabajo también se ha profundizado. El Inesad, apoyado en cifras de la OIT, afirman que el 87% de estas personas son mujeres y, de este porcentaje, cuatro de cada 10 desempeñan sus actividades por cuenta propia. En Bolivia está prohibido toda forma de discriminación ya sea por sexo, color de piel, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, credo religioso, ideología y varias formas más. Pero sin embargo la discriminación en el mercado de trabajo parece haberse ampliado. Solo en la economía informal existen menos barreras al ingreso para las mujeres. Es más, en este segmento de la economía hasta los niños y niñas trabajan debido a que sus padres no lo tienen. También.

Por todas estas razones y algunas que se quedaron en el tintero concluimos que se debe cambiar y no ver a los empleadores formales como los enemigos, sino como los socios. Así ellos podrán emplear a más personas.




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